En la pared una araña
proyecta una sombra extraña.
En su aposento una niña
con el miedo se encariña.
Llena de miedo se encierra
tras sus párpados. Se aterra
viendo sobre la pared
la proyección de una red.
Se pregunta por la fiera,
¿vino de adentro o de afuera?
¿es un monstruo o un fantasma,
incorpóreo o de ectoplasma?
Mientras camina la araña
la niña en llanto se baña.
Mientras la niña solloza
la araña va cadenciosa.
Gritos declaran la guerra.
La chancla del padre yerra
en asestar un chanclazo
al monstruo que da ocho pasos.
Quisiera que se durmiera
y a la araña no temiera.
Lástima que en los infantes
los miedos se hacen gigantes.
Glauco
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