Los enamorados se dicen cosas dulces,
algunas oscurecen y otras encienden luces.
Los tímpanos reciben y el corazón traduce.
La verdad causa pena y la mentira seduce.
Yo busco en lo que dices verdades y mentiras.
Te miro fijo y de regreso veo que me miras
y se pone en movimiento mi rima y mi lira.
Somos dados de luz que en la mesa caen y giran.
Hacemos un idioma sin azar, sin edades,
que deje que se mezclen mentiras y verdades,
así lo que digamos traerá oportunidades
de medir sentimientos en nuevas unidades.
Más amor. Más mentiras. Más luz. Más novedades.
Todo viene a nosotros y nos hace maldades.
Este invento es la fuente de nuestras soledades,
hace que nos amemos, aunque te evado y me evades.
La luz es el invento que enceguece la vista,
que hace caer a los dados no en cara, sí en arista.
La luz sólo permite que la flor del artista
crezca tanto que estalle cuando ya no resista.
Yo busco tras las luces las sombras que proyectan,
en ellas tal vez vea qué tanto nos afectan.
En la sombra los dados sí caen en línea recta,
dan un buen resultado, una suerte perfecta.
Pasaremos, con suerte, los momentos y edades.
Sabremos que lo vivido son tan solo verdades.
No iremos por el mundo tras oportunidades
ni habrá necesidad de unas nuevas unidades.
Todo amor, luz, mentira, no serán novedades.
Lo nuevo hace imposible sucumbir a maldades.
Este invento nos saca de nuestras soledades,
hace que nos amemos, aunque te evado y me evades.
Glauco
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