Tengo una vida llena de penas y de vino.
Bebiendo whiskey añejo en barricas del destino,
destino cada trago a ser luz del camino
que sigo y que persigo importando un comino.
Y justo cuando pienso que en ti tengo consuelo
las tradiciones vienen para retarme a un duelo.
Sé que puedo perderlo, que soy parte del suelo,
que habré de terminar cubierto por un velo.
Seguirás adelante como sigue la gente.
Así es la vida siempre: un cauce, una corriente.
Yo también seguiré con mis deseos ingentes
de ver la luz un día hasta ser un invidente.
Una vez que sigamos haremos un invento
para que quien lo escuche pueda creer que es cierto.
La luz inventaremos por tan sólo un momento,
será la luz del mundo que siempre fue muriendo.
Glauco
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