Escribir es desperdiciar el alma intentando hacerla libre.
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Todas las contradicciones que represento,
son el hambre de la vida por indefinirme.
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Alguna vez creí que era una hombre débil.
Hoy en día estoy completamente seguro.
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El cambio es un pesar indescriptible.
Sólo unos pocos verdaderamente cambian.
La mayoría sólo modifica la estrategia del auto engaño.
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Es en el espacio entre el deseo y la realización
donde se esconde la felicidad y la vida.
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Romper las reglas puede traer como regalo la libertad.
Romper las propias es regalarse excusas.
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La soledad es un astuto proceso en él que el cuerpo reclama su independencia.
Al final, la compañía suele ser sólo la evasión a si mismo.
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Un beso se congela cuando nace, o muere el amor.
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Las personas no son escalones; son trampas.
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Si los dioses fueran mortales, les llamaríamos esclavos.
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