Hay días que siento que muero
como las gotas de invierno,
como el aullido del perro,
como en la guerra el silencio.
Hay días que siento que muero
por todo lo que no entiendo,
por los bramidos del cielo,
por las dudas del infierno.
Hay días que siento que muero
cuando recuerdo el entierro,
cuando me llaman violento,
cuando lloro sin apelo.
Hay días que siento que muero
donde se acaba el momento,
donde, negado, me pierdo,
donde me atormenta el cuerpo.
Hay días que siento que muero
porque no soy lo que quiero,
porque quiero ser intento
de lo que puedo y no puedo.
Hay días que siento que muero
y muero sin alimento,
muero porque nunca hay tiempo
de vivir. Me estoy muriendo.
Glauco