Presentación

Silencios
martes, 30 de abril de 2024
Mi Violeta está creciendo
lunes, 29 de abril de 2024
Eres natural
domingo, 28 de abril de 2024
Mi generación y yo
sábado, 27 de abril de 2024
Los darks
viernes, 26 de abril de 2024
Los de barrio
jueves, 25 de abril de 2024
Chupas
miércoles, 24 de abril de 2024
Los pedigüeños
martes, 23 de abril de 2024
El argüendero
lunes, 22 de abril de 2024
No se puede leer
domingo, 21 de abril de 2024
¡Mmm'hh!
sábado, 20 de abril de 2024
La máxima libertad
viernes, 19 de abril de 2024
Los acompletadores
jueves, 18 de abril de 2024
Tu mamá es tacaña.
miércoles, 17 de abril de 2024
A la larga te acostumbras
martes, 16 de abril de 2024
Amor de chavos
lunes, 15 de abril de 2024
El chiste es que rime
domingo, 14 de abril de 2024
Las barbas de Jesucristo
sábado, 13 de abril de 2024
Ella mató al solitario
viernes, 12 de abril de 2024
El ave al vuelo
jueves, 11 de abril de 2024
Juego con el tiempo
miércoles, 10 de abril de 2024
Hablar y callar
martes, 9 de abril de 2024
Saber de la realidad
lunes, 8 de abril de 2024
El error de la lectura
domingo, 7 de abril de 2024
Anécdotas
sábado, 6 de abril de 2024
Entre el viento
viernes, 5 de abril de 2024
Menos fuentes, más botellas
jueves, 4 de abril de 2024
La infinita serie
miércoles, 3 de abril de 2024
La creación
martes, 2 de abril de 2024
La creatura
lunes, 1 de abril de 2024
Sin hombre
Si yo hubiera querido ser supremo
a la vana lectura del sagrado
libro me habría adherido y ahí dejado
mi barca, mis relojes y mi remo.
Si yo hubiera querido ser más hombre
que el hombre que camina justo al lado
me habría vanagloriado del pecado
que cometí y cometo por mi nombre.
Igual que el grácil gato del rabino,
en el perverso suelo imaginado,
me miro, me miraba, me he mirado
en un lugar lejano, me imagino.
Al paso de los años, de las eras,
las voces del error me han convidado
a no llorar, que así no crece el prado
ni el mar ni el cielo ni la enredadera
ni el fuego de la boca y de los ojos,
mas en el crecimiento me he encontrado
sin ojos y una lanza en mi costado
que me hacen, a los cuervos, un despojo.
Si yo hubiera querido ser supremo
me habría adherido al fin del sexto grado,
que al paso de los años me he quedado
en un tibio lugar al que no temo.
Glauco