Presentación

Presentación

sábado, 30 de noviembre de 2024

Mis dedos

En mis dedos virutas seductoras
se agravan, pesadas, diminutas.
En el estro dormitan miles de horas
que transmigran en miles de disputas.
Varias guerras, infames, segadoras,
alivianan, del peso, a las virutas,
meciendólas entre uno y otro acento,
entre rimas perdidas en un centro…

En el centro se agobia la cortina
cubriendónos del sol que nos anuncia
que en pasiones la vida se termina
y a pasiones la vida no renuncia. 
Se dibuja una pasión muy fina
en el eco del antes que pronuncia
las pasiones contentas en los credos
que palpitan los estros de mis dedos. 

Glauco

viernes, 29 de noviembre de 2024

YHWH

Cuando dijo Dios “nombra y domina”
el sol dejó, sin más, de ser regente
y el cielo se volvió imagen marina
de todo lo incesante y prepotente. 
La lengua extrajo aullidos de la mina,
aullidos de insolencia incandescente. 
El nombre se domina con la voz. 
Entonces, ¿quién le puso Dios a dios?

Glauco

jueves, 28 de noviembre de 2024

En la oscuridad

Se han quedado callados los faroles
anoche que pasé por la avenida;
los renegridos faros fueron soles
que guiaron a mi alma renegrida. 
Ahogada entre cigarros y entre alcoholes
el alma, a veces, encuentra la vida.
Por más que los faroles se silencien
no hay penas que a la muerte nos sentencien. 

El sol se compadece de los muertos
y se hace, más que abraso, un gran farol.
Lo bello y verdadero están abiertos
para los que se beben en alcohol. 
No hay mares que no lleguen a los puertos
ni renegridos que no vean el sol. 
Mañana volveré a pisar la calle
sin importarme que la luz se calle. 

Glauco

miércoles, 27 de noviembre de 2024

La punción del dolor

El miedo ha acuchillado mi cariño.
A veces se retuerce en mis almohadas
y llora hasta abismar el desaliño 
del alma. Las carencias encontradas
en una historia que conté de niño
tienen a mis heridas avivadas. 
Llorar de miedo no es llorar de pena;
llorar de miedo, y él nos enajena. 

Y mi cariño es el cariño eterno
de toda humanidad (me lo ha heredado),
es un viento infinito del invierno
y un paso desigual, acompasado. 
La humanidad, herencia del infierno,
me mata y, aun así, he resucitado. 
Me duelen los amenes del cuchillo,
mas, en ese dolor, me maravillo. 

Glauco

martes, 26 de noviembre de 2024

El frío

 
Los incesantes respiros 
que cortan por las noches el ramaje,
y tocan pedigüeños las ventanas,
acaban con los suspiros
llenando de cuchillas el paisaje
y de invisible fuego las mañanas. 

Las inquietudes del humo
rebosan en los rostros de los viles 
y de los santos —¿dónde estará el mío?
El viento vuelve neblumo
al incapaz deseo de los abriles. 
El viento no es el viento sino el frío. 

Glauco

lunes, 25 de noviembre de 2024

Digo lo que a veces digo

Vivo en el vivero de los vivos.
Bebo de la inerte cantimplora.
Como de los campos del ahora. 
Rezo del placer de los olivos. 

Lloro del arado del sonido.
Visto de la trama de los mares. 
Grito del manual de los pesares. 
Caigo de la cama del prohibido. 

Digo, y nomás digo porque puedo,
cosas de todo orden, lo que sea,
no es que en todas esas cosas crea

pero en todas ellas hago el credo
que me digo cuando me levanto. 
Digo y cuando digo también canto. 

Glauco

domingo, 24 de noviembre de 2024

La rebelde

Los cachetes de mi niña
se llenan de chocolate.
Ella se bate y se bate,
se ensucia y se desaliña. 
Con la mugre se encariña
y aunque siempre la limpiamos,
le vale. La regañamos 
y nos dice “no, papá”. 
No le importa qué será
porque sabe que la amamos. 

Glauco

sábado, 23 de noviembre de 2024

Corazón minado

No tengo más que un corazón minado
de amor que es tan violento cuando estalla. 
No tengo más que un pecho que se calla
cuando el amor refulge de dorado. 

Todo; vileza y mal, todo consciencia,
todo; ganas de amar y voz total.
Un corazón que estalla es natural,
tan natural o más que la violencia. 

Me aqueja el corazón, me arranca el grito
de todo cuanto veo y que se me esconde.
Me mata el corazón cuando responde

que no puedo saber del infinito.
Todo lo que me mata me domina;
mi corazón un día será una mina. 

Glauco

viernes, 22 de noviembre de 2024

Canción de amor por la noche

 
Acá, cuando tú duermes, todo tiene sentido:
la paz y los cansancios, la cuita y la alegría. 
En la quietud del sueño al mundo hemos vencido,
aunque sea por un rato, por un mínimo día. 

Tú duermes y respiras como brisa en el trigo,
se escucha que acaricias el rostro de la paz.
Con todo y el cansancio, aquí estás tú conmigo…
Te miro a mi ladito y busco nada más: 

las pistas del origen, las huellas del futuro,
el canto marinero, el átono indomíto,
el mal de los candados, el cofre y el seguro.
Busco todo lo tuyo: lo antiguo y lo infinito. 

Virutas del misterio, del cero, del volado…
le dan a mis pestañas los muchos fotogramas 
de todo lo que hace un hombre enamorado.
Tú sabes que te amo y sé que tú me amas. 

Glauco

jueves, 21 de noviembre de 2024

Alejandrino

Un verso alejandrino es nada más un verso,
con todo y su hemistiquio, con todo y sus acentos.
A veces en un verso se encuentra el universo
y algunas otras veces tan sólo unos intentos. 

Glauco 

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Clepsidra de hojas

Volátiles las hojas que viven el otoño,
derraman en el viento colores oxidados.
Pintando en la memoria el brote y el retoño,
las hojas y los vientos son trazos recordados. 

Arenas mensajeras del seto y el pirul
delatan la teoría de la generación 
y de la corrupción, y allá en el cielo azul
el otoño se tiñe de ausencia y tradición. 

Las hojas quietecitas diluyen el camino
y viven salamandras entre los entramados
del camellón, del bosque. La bestia con su trino
entona el tiritar de los enamorados. 

Hay quienes se enamoran del crimen otoñal,
de asesinar las hojas en sólo un pisotón.
Hay quienes se enamoran del acto criminal
de ver pasar el tiempo vaciando el corazón. 

Glauco

martes, 19 de noviembre de 2024

Esperanzado

Nomás de nacer me muero
como las gotas del río. 
Nomás de sentir el fuego
me doy cuenta que hace frío. 

Supersticiosos los dedos
trazan, del Cristo, los males,
tras los labios van al cielo
(signo de los arrabales).

Merecen algo de tiempo
los dedos en el chasquido:
el momento del silencio
es anuncio del sonido. 

Las hojas se van cayendo,
se van cayendo y se van
con los chasquidos del viento 
que se callan y tan-tan. 

El árbol del hombre muerto
se deshace en el vivir,
se deshace en el siniestro 
campo yermo del decir.

Nomás de nacer me siento
vulnerable, mas me lanzo
al vivir del cementerio
donde al tiempo me esperanzo. 

Glauco

lunes, 18 de noviembre de 2024

Con audífonos

 
En peseros y camiones,
el metro y particulares,
hay miles de auriculares
enalteciendo canciones.
Las cabronas y cabrones
ya ni saben lo que ocurre
en el mundo, les escurre
la maldita indiferencia. 
La gente oye la inconsciencia
mientras el mundo transcurre. 

Escuchan a Juan Gabriel,
a Peso Pluma, Caifanes,
Katy Perry, Los Rabanes,
Pedro Infante y Luis Miguel,
Nodal y Natanael;
escuchan unos cumbiones,
guitarrazos de barbones, 
también escuchan corridos…
Todos tapan sus oídos
y también sus atenciones. 

Glauco

domingo, 17 de noviembre de 2024

El caballero

Un hombre que fingía ser caballero
al viento le llamaba El Rocinante.
Llevando una armadura de aguacero
peleaba con los sueños del infante. 
Solía sustituir ser Romancero
con eso que, se dice, es ser amante. 
El hombre sobre el tiempo va y regresa.
No puede contra el mal de su cabeza.

No hay quien no se confunda la pereza
con la tranquilidad del descansado
ni quien no se confunda la belleza
con aquello que siempre le ha gustado. 
No hay confusión que no se vuelva presa
de la turbia razón que la ha formado.
No te confundas, no eres el primero
que no sabe que es un caballero.

Glauco

sábado, 16 de noviembre de 2024

Vivo en muerte


Me voy volando al valle de la vida
y vuelvo dando vueltas al vacío.
Viajando a la vileza en un navío
no vale la verdad ni la mentira.

A sotavento la ciudad suspira
y enciérrase en un sótano sombrío. 
Se da la soledad en el rocío
y en ser quien soy se cierne la salida. 

No sé cómo salir de este desierto
que muchos otros llaman compañía.
No sé y tampoco antes lo sabía

ni sé si volveré cuando esté muerto. 
Revivo y vivo inválido este viaje
y vuelvo a ser vencido en el bagaje. 

Glauco

viernes, 15 de noviembre de 2024

La religión del hombre muerto

 
No hay Dios más que el dichoso Don Dinero
que nos regale el cielo aquí en la tierra.
Al culto de ese Dios temo. Y me aterra
vivir su voluntad de bandolero. 

Al Dios del hombre mismo no lo quiero.
No quiero florecer en esa guerra. 
El alma a su abstracción vuela y se aferra;
no sabe nunca ser un soplo austero. 

No sé si es triste que esa fe me duela.
No sé si en esa fe la paz existe. 
Sé que esa ingenua fe me pone triste.

Sin laicidad se lleva a toda escuela.
Es en la fe y la vida un vil injerto.
Esta es la religión del hombre muerto. 

Glauco

jueves, 14 de noviembre de 2024

Hablámosle al recuerdo

 
De niños el recuerdo no es recuerdo,
de niños la ternura no es ternura.
En sí la vida es vida futura
que ablanda el alma de común acuerdo. 

En el reloj de arena pasa lerdo
el ojo correteando a la finura
del tiempo que en la arena se apresura
hasta volver volátil el recuerdo. 

¡Qué tierno es el sentir que todo queda
so pena del pasar inexorable!
Hablámosle al recuerdo aunque él no hable 

sin importar que amanecer no pueda,
le hablamos recordando que el cariño
alguna vez le da esperanza a un niño. 

Glauco

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Sin responder

 
Amor, si al preguntarte soy tirano,
permite que me vuelva, en la respuesta,
neonato, cuna, biberón y siesta,
el sueño eterno del error humano. 

Amor, te juro, no pregunto en vano
por ti. Los labios llevan la protesta
que todos quieren y nadie contesta,
porque queremos sin brindar la mano. 

No quiero reprocharte mis cuestiones
ni conminarte a que por bien contestes.
Quiero que entre mis brazos te recuestes.

Te pido, por piedad, que me perdones 
si acaso mi pregunta te desquicia. 
Andar tras la verdad nos acaricia. 

Glauco

martes, 12 de noviembre de 2024

Sin saber nunca nada

 
Irremediablemente hay una respuesta 
que busco
igual que la ciencia al mito. 
Ella vive en las preguntas,
va de una en una
provocando la tristeza,
la rabia, el deseo
y el mundo. 

La respuesta no llega jamás
pero sí el desdén 
de quienes no quieren
responder. 
No saben ni sabrán ni les importa,
¿y qué más da? 
La vida es corta
y vale más ver llover
que la respuesta y su paz. 

Encerrado entre el anhelo y la pregunta,
eternamente
sellado en el temor a la insurrecta nada,
vago por el mundo 
a la espera de un amigo,
un hermano, una palabra,
un amor,
que no huya con mi hambre. 
No sé si busco la respuesta
o busco quién me acompañe
a no saber nunca nada. 

Glauco

lunes, 11 de noviembre de 2024

El misterio de la mirada

 
¿En dónde está la mirada
cuando delante de ella 
se puede esconder la nada
entre la imagen más bella?

¿Qué veo cuando no te miro
si puedo mirar al cielo
sin mirar irse al suspiro
entre las grietas del suelo? 

La mirada no es destino,
es más bien el remitente
de la ternura del trino 
y del lamento estridente

que nace del corazón,
del más infinito adentro;
es la mínima canción 
de la paz y el desencuentro. 

¿Acaso los ciegos miran
sin ver y sin observar? 
¿Hay personas que suspiran
sin soplar ni respirar? 

La mirada me ha contado
que se ha visto en el espejo
y en el espejo ha encontrado
algo más que su reflejo. 

Glauco

domingo, 10 de noviembre de 2024

Silencio y tinta

 
En silencios y sonidos
vibran la vela y el viento
(vela-suspiro, aire-grito),
haciendo del movimiento
un grito vuelto suspiro
y un suspiro hecho momento. 

En rimas y metonimias
anda la tinta danzando,
se multiplican las rimas
cual burbujas estallando
(burbujas de negras tintas
las palabras alumbrando). 

Las caricias del austero
conocimiento abnegado 
dan paz al gitano pecho.
En el silencio ha estallado 
la tinta del viejo tiempo
y el sonido ha comenzado. 

Glauco


sábado, 9 de noviembre de 2024

Sin tu nombre

 
¡Ay, el cielo pinta negro
a punto de amanecer!
¡El sol empieza a crecer
y con él me desintegro!
¡Ay, despiertas y me alegro
de que naciste ese día!,
y aunque yo no lo sabía
existías en este mundo. 
¡Has vuelto un campo fecundo
el cofre de mi alegría!

No quiero flores ni azahares
ni ventanas ni cuchillos,
ni canarios amarillos
ni veladoras ni mares,
ni mercados ni solares.
No hay un mundo que me asombre
sin las letras de tu nombre,
sin el placer del pecado.
Cada vez que has despertado
me has hecho ser mejor hombre. 

Glauco

viernes, 8 de noviembre de 2024

El temor a la muerte

 
Si no le temo a la muerte,
¿a qué le habré de temer?
¿Temeré a no ver llover
o a mirar llover muy fuerte?
¿Le temo a la mala suerte
o a la mano del destino?
¿Le temo a que un adivino
me diga con fecha y hora
cuando dejaré el ahora?
Temo perder el camino. 

No hay nada malo en la vida
que asuste a aquellos que viven.
Se asustan porque perciben
que no existe una salida
y si existe es homicida. 
En una mirada inerte
no ves lo que puede verte.
Te ve y te ve, ensimismado,
el mundo henchido y hastiado
por el temor a la muerte. 

Glauco

jueves, 7 de noviembre de 2024

Danza saturnal


El agua en una botella
baila con las vibraciones,
la luz, las dilataciones
en el brillo de una estrella
le hacen al ritmo una mella. 
Música en cuatro/cuarenta,
un universo que aumenta
en vibraciones constantes.
El líquido dicho antes
se ha convertido en absenta. 

Glauco

miércoles, 6 de noviembre de 2024

Ignorance is not bliss


He oído que la ignorancia
es ausencia que complace. 
En la ignorancia no nace
el hambre de la sustancia;
no existe peor arrogancia
ni peor error ni desliz
que pensar que el cielo gris
azul se habrá de volver. 
Fundamental es saber
que ignorar no es ser feliz. 

Glauco

martes, 5 de noviembre de 2024

La pesquisa eterna

 
Es importante saber
que no es lo mismo encontrar
al placer de ir a buscar;
que conocer es creer
y que saber es querer. 
La razón de la alegría
no está en alegrar el día
ni en poseer la razón. 
Quien encuentra el corazón
busca la filosofía. 

Glauco

lunes, 4 de noviembre de 2024

Edad y sol

 
Soledad que sueles ser
igual a un árbol caído 
que quién sabe si fue oído
a la hora de caer,
dime cómo puede ser
que se junten sol y edad 
en ti. ¿Qué perpetuidad
hay en toda tu existencia? 
Si a la par de tu experiencia
oscurece la orfandad. 

Glauco

domingo, 3 de noviembre de 2024

Los tragones

 
Una vez que el día de muertos
ha pasado a mejor vida
todos buscan enseguida
llenar sus picos abiertos
y hasta comen sin cubiertos;
dejan la revolución 
de lado y la tragazón
se hace parte de las leyes. 
Viene el Guadalupe- Reyes
y con él la perdición. 

Glauco

sábado, 2 de noviembre de 2024

Sin andar

 
La muerte camina lento,
dando la oportunidad 
de vivir la realidad
igual que si fuera un cuento. 
Nos espera en el momento
donde todo se termina,
y aunque ella siempre camina
nuestro camino detiene. 
Siempre que la muerte viene
el alma se difumina. 

Glauco

viernes, 1 de noviembre de 2024

Calaverita de nuestra primera cita


En el kiosco de Texcoco
esperaba una mujer,
al parecer se iba a ver
con un hombre un poco loco.

Antes que llegara el hombre,
una tilica osamenta
fue y le preguntó su nombre
a la mujer. No dio cuenta

de que ella no le hacía caso, 
estaba muy distraída
pensando paso por paso
las vueltas que da la vida. 

La calavera insistente
no cedió, quería saber
lo que pasaba en la mente
de aquella bella mujer. 

La mujer habló por fin
y le dijo que el fulano
le parecía un querubín
cuando le agarró la mano

y por eso le esperaba:
porque repetir quería
esa pasión que le daba
(cosquillita de alegría)

La muerte quiso llevarla
a su reino, pero en eso
llegó el tipo pa’ ahuyentarla
y a la mujer le dio un beso. 

Una vez la muerte ida
la mujer se retorció.
Con el tipo se quedó
alocándose la vida. 

Glauco