Presentación

Presentación

martes, 30 de septiembre de 2025

El fénix

Después de consumirse en las cenizas,
después de degradarse entre la muerte
y la vida, en mil partes (polvo inerte),
después de someterse entre las brisas…

Se acaban los espasmos y te atizas 
hasta ser ave nueva que convierte
las cenizas en una llama fuerte
(en mil partes renacen las sonrisas). 

Del fuego, punición de Prometeo,
renaces al igual que sus entrañas
y no te vas, no mueres, no nos dañas.

Te miro mas no sé muy bien que veo. 
Si mueres y al morir has renacido,
¿dime, por Dios, qué miras en tu nido? 

Glauco 


lunes, 29 de septiembre de 2025

Requiero

Requiero de los abrazos 
del alma, también requiero
los rayos y el aguacero
del reír y los retazos
sinuosos que tras tus pasos
se quedan. Me das la paz
en potencia y me das más
y yo no puedo saber. 
Tú siempre me haces volver
de las sendas del jamás. 

Tú todos los días estás
y me pones a tus pies:
lo que es es lo que es;
lo que das es lo que das…
Yo voy para donde vas.
Eres el sol que prefiero,
el perfume mañanero,
los vientos de la pasión.
Tu voz en mi corazón
es justo lo que requiero.

Glauco

domingo, 28 de septiembre de 2025

Me serena

No he llevado la muerte a lo profundo 
de mi alma, mi voz y mi camino. 
De la muerte no acato mi destino,
más lo llevo en mis pasos sobre el mundo. 

No he llevado la vida al inframundo
de la mente, del cielo, del albino
momento en que las lápidas termino
dejando en el pasado, en lo segundo. 

No he llevado algo más hacia mi vida
ni he llevado más nada hacia la muerte.
He llevado las glorias de la suerte 

al momento de ser lo que se olvida. 
Yo no soy nadie más, soy el que pena 
mientras la muerte viene y me serena.

Glauco

sábado, 27 de septiembre de 2025

No nacen los corazones

No nacen los corazones
del hombre, nacen del riego
que el viento le brinda al fuego
de eso que llaman pasiones. 
Dirán que las emociones
estallan el mundo entero 
y vuelven vasto al austero,
pero que digan también 
que nada de eso es el bien
si sin corazón nacieron. 

Nos nacen las alegrías
del vientre canalizado
con quién tenemos al lado
el día de las agonías. 
Pasan y pasan los días,
siempre distintas versiones 
y pocas explicaciones,
para que logremos ver 
que ni volviendo a nacer
nos nacen los corazones. 

Glauco

viernes, 26 de septiembre de 2025

Ritmo inolvidable

Se levantan los tambores,
las flautas y las trompetas 
y comienzan los temblores
de las pasiones secretas.

Se derraman los soneros
sobre el compás del bailable.
Lo hacen igual los bateros 
con su ritmo inolvidable.

Y ese ritmo crece,
aparece y reaparece, 
mece y palidece,
amanece y reverdece 

Vamos a bailar
en este y otro lugar. 
¡Ritmo singular
que nadie puede olvidar! 

Pues, caderas y rodillas
aprisionan lo inmutable
y mueven las maravillas
con el ritmo inolvidable. 

Glauco

jueves, 25 de septiembre de 2025

Lo que es cierto

Se tiene por certera la censura. 
Se tiene por censura lo certero. 
Está desvalorada la denzura
de aquello que se encierra en el “te quiero”. 

Te quiero con la típica figura
del niño que adormece al Canserbero
e impide que se pierda la ternura
en manos del insípido barquero. 

Se aloja entre mis manos la postura 
lozana que acaricia el cenicero.
Caricia del amar que es amargura
magnífica nacida del Primero.

Primero fue la vida una espesura,
neblina acurrucando al aguacero,
magnífica madeja que perdura
llenando de poemas el tintero. 

Poemas que revientan la armadura
en mil pedazos, funden el acero
y labran la magnética lindura
que abrasa en sus valores lo certero. 

Glauco

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Si fuéramos como niños

Si fuéramos como niños,
sin dagas y sin escudos,
con nuestros éxitos mudos,
sabríamos qué tantos guiños
expresan nuestros cariños,
ésos que llagan al mal
superando al animal,
al maligno y al fantasma;
donde lo bueno se plasma
volviéndose natural. 

Si fuéramos inocentes,
sin cercas ni proyectiles,
viviendo eternos abriles,
sabríamos que ser valientes
está en ser condescendientes
con aquellos que nos dañan,
nos muerden y nos arañan
y vuelven a desgarrar;
pensaríamos en amar
a quienes no nos extrañan. 

Si fuéramos los pequeños,
sin llagas y sin batallas,
sólo con lunas y bayas,
sabríamos que somos dueños
de la paz y de los sueños
que desde siempre tuvimos
y que nunca los perdimos
de la boca y nuestro ver;
buenos quisiéramos ser
si fuéramos como niños. 

Glauco

martes, 23 de septiembre de 2025

Lo eterno

Hay en tus labios algo permanente, 
no sé si las palabras o el aliento. 
El eco en la palabra es envolvente, 

igual que en el aliento lo es el viento.  
Eso que permanece me retoca, 
me da las facultades del intento.  

Intento ver qué tienes que convoca, 
ese algo que en tus labios permanece.  
Intento ver lo eterno de tu boca. 

lunes, 22 de septiembre de 2025

Los múltiples amores

El poema sorpresivo,
el que quema la escritura,
en las pasiones perdura.
El poema está cautivo
y así se mantiene vivo,
está lleno de lectores,
de atardeceres y albores…
El poema incandescente 
hace que el alma reviente
en los múltiples amores. 

En los múltiples amores
los hombres se van muriendo.
Los lamentos van creciendo
igual que crecen las flores,
los hongos y los vapores.
Somos lectores en ruina,
lectura que no termina
y leemos vida entera.
No hay persona que no quiera
saber por dónde camina

Glauco

domingo, 21 de septiembre de 2025

Entre justicia y venganza

Siempre que ocurre una ofensa
el ofendido es sediento
de justicia o del violento
impulso que vuelve inmensa
la pasión y allí comienza
la confusión. ¿Qué esperanza,
qué bienestar, qué alabanza,
traen consigo los perjuicios?
No sabemos hacer juicios
entre justicia y venganza. 

Glauco

sábado, 20 de septiembre de 2025

La sabiduría

Es justo que el hombre muera. 
¿Cómo estar siempre en el mundo?
¿Es la vida una bandera 
ondulando en lo profundo?

Hemos llorado la muerte.
¿Por qué cesarán los llantos?
¿Llorar hace al hombre fuerte
o lo exhibe en los quebrantos?

Somos, en potencia, un muerto.
¿Qué nos hace lo que somos?
¿El pensamiento es abierto
o cerrado por el Nomos?

La vida se va en morir. 
¿Para qué se da la vida?
¿Es necesario vivir
para dar con la salida?

¿Tenemos tantas cuestiones?
Preguntar es la bandera
donde encontramos razones:
es justo que el hombre muera. 

Glauco

viernes, 19 de septiembre de 2025

¡Quién como Dios!

Solamente Dios perdona. 
Nosotros sólo olvidamos. 
El tiempo se desmorona
y en la memoria nos vamos. 

¿Qué se fizo el ofendido
cuando olvidó al agravioso? 
¿Qué dijo Dios al perdido
en un mundo peligroso? 

El olvido se amontona
en las sendas de la nada. 
El perdón es la corona,
es vida resucitada. 

No sé qué tiene el olvido,
en el buscamos reposo,
mientras el perdón dormido
nos deja en lo tormentoso.

Nosotros no perdonamos;
olvidar nos aprisiona. 
Sin embargo, recordamos:
“Solamente Dios perdona.”. 

Glauco

jueves, 18 de septiembre de 2025

Copretérito

Un imperfecto pasado
se labra siempre en la lengua.
Aunque lo antiguo no mengua
sí parece ser dejado
en un lugar no olvidado,
un lugar que se resiste
a dejarse y que persiste
en el tiempo y su defecto
(copretérito / imperfecto).
Lo que en la memoria existe. 

Nos negamos a negarlo:
el recuerdo permanece
mientras el olvido crece
y buscamos afirmarlo. 
No podemos olvidarlo,
la lengua trae el intento 
de hacer perenne el momento,
se opone a la voluntad
y lo único que es verdad
es que el olvido es el tiempo. 

Glauco

miércoles, 17 de septiembre de 2025

La virtud de la mujer

La virtud de la mujer
es haber venido al mundo
para mostrar el segundo
preciso del aprehender,
ese momento en que ver
es lo mismo que sentir
que nadie puede morir.
Ellas saben del sopor
producido por su amor
y que engatusa el vivir. 

Glauco

martes, 16 de septiembre de 2025

Adivinanza

Tu voz, esa adivinanza
que baila sobre los vientos
y se acaba mis intentos
de conocer esa danza.
Existe una semejanza
en semilla y cementerio:
tu voz, la voz del imperio
de aquello que no se sabe;
tu voz es aire que cabe
en el soplo del misterio. 

Glauco

lunes, 15 de septiembre de 2025

Soneto elegiaco a I. C.

¿Adónde irá la vida cuando algo
sea muerte? ¿Dónde habrá paz y consuelo? 
¿De qué memorias, dadas al subsuelo
y maltratadas por lo que no valgo,

se inspirarán los llanos a ser sendas? 
¿Por dónde empezarán los manantiales
a erosionar arenas en cristales 
que de alguna manera siempre entiendas? 

¡No sé muy bien adónde estas preguntas
irán cuando las fuerzas se terminen! 
Mas sé que en el momento que germinen 

respuestas, volverán a hallarse juntas 
las almas del oriente y del pasado,
las que no lloran y las que han llorado. 

Glauco

domingo, 14 de septiembre de 2025

La retribución

Amor con amor se paga:
llama, fruto, enfermedad,
mentira y también verdad,
cansancio, sentir y llaga…
Es la retribución vaga
del amén y del te quiero,
es la muestra del esmero
y de la ausencia latente.
Todo él se vuelve potente,
único, puro y sincero. 

Llama desde lo anterior,
desde la vida y la muerte.
Llega con el viento fuerte
a disolver el vapor
del silencio. Así el amor
que se paga con lo mismo
es un existencialismo,
una forma de vivir. 
Todo se puede sentir
en este elevado abismo. 

Glauco

sábado, 13 de septiembre de 2025

Tú tienes

Tú tienes algo típico del té:
la calidez sin sueño y el aroma,
la condición de hacer a quien te toma
un hombre místico de pan y fe. 

Tú tienes algo mágico del bien:
la calidez durmiente y el intenso
sentir de amor, por eso cuando pienso
en ti, sin duda, pienso en mí también. 

Tú tienes algo rústico del ver:
la calidez intensa en la mirada,
la llama del instante desbocada
por unos besos que me diste ayer. 

Tú tienes algo ecléctico del mal:
la calidez que todo justifica,
la sensatez del cielo que replica
eso que es el pecado original. 

Glauco

viernes, 12 de septiembre de 2025

Los llantos

Marítimas pestañas de oraciones,
alejan las visiones tenebrosas
y vuelven luminosas las visiones
y a todas las miradas: luminosas. 

Me llueve el corazón en las ojeras
como lenguas de fuego, como danza.
Se vuelven mil tormentas las laderas
y sólo mi mirada es su alabanza. 

Mis párpados se pegan, incansables, 
proyectan en mis ojos el pasado. 
Me atacan las memorias con sus sables
como rencores de lo que he olvidado. 

Y lloro sin saber lo que otros saben;
y lloran sin saber lo que yo sé. 
En este llanto las envidias caben
pues entre tanto llanto nadie ve. 

Glauco

jueves, 11 de septiembre de 2025

Un martes

En la noche de un día martes
se quedaron los ocasos
antiguos rotos en partes:
memorias de los ocasos.
Todavía me aferro a ellos,
mil retazos, mil destellos. 

No me olvido de las luces,
las recuerdo en los cabellos,
en las ruedas, en las cruces,
en los pies. Momentos bellos
se pierden en la memoria
y yo me pierdo en la historia. 

En la noche de algún día 
me encontré con lo que vi:
partes de una travesía 
que de allá me trajo a aquí. 
Quizás ese día es un martes
fragmentado en muchas partes. 

Glauco

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Eso es el laberinto

Cada vez que te he mirado,
he mirado a alguien distinto.
Tu pecho es un laberinto
que el minotauro ha minado:
senderos que me he olvidado
pensando en tu corazón. 
Espero por la ocasión
de andar contigo la senda
donde tu pecho se encienda
como sueño de Asterión. 

Me llamo como el instinto
y tú te llamas igual.
Tu nombre es tan natural
como lo es el vino tinto. 
Tu nombre es el laberinto,
la guerra, la bendición,
el intento, la oración,
la palabra y el jamás.
Podré descansar en paz
en las sendas de Asterión.

Glauco

martes, 9 de septiembre de 2025

La espada y la pared

Entre el silencio y el ruido
hay algo que no he tenido:
la fuerza para callar
ni la prudencia de hablar. 

Entre el ruido y el silencio
hay algo de vaho y cencio:
algo del aliento frío
y otro poco del estío

Entre el habla y lo callado
hay algo que no he dejado:
las ganas de decir más
y también de estar en paz.

En lo callado y el habla
hay una cruzada tabla:
la cruz de mi sacrificio
y lo libre de mi oficio.

Entre lo frío y el calor
hay algo que sabe amor: 
la añoranza de la ausencia
y el gozo de la presencia. 

Entre el calor del aliento
hay algo que dice el viento:
todo cambia, todo va;
lo que es también está. 

Glauco

lunes, 8 de septiembre de 2025

La llave del Rey Momo

Todo corazón estrecho
es estrecho porque esconde
cuándo, cómo, cuál y dónde 
puede encontrar su provecho. 
Y sin puertas en el pecho
del humano, el corazón
se vuelve caparazón 
que resguarda los errores
pero también los mejores
momentos de la pasión. 

Sin embargo, los humanos 
no sabemos del querer,
nos doblega el padecer,
el calor de los veranos,
la llaga de los ancianos...
Todo es convertido en fuego
artificial para luego
confundir el carnaval
con la desdicha. Es igual
la falsedad al dios griego.

El Rey Momo se ha burlado
del dios que no puso puertas
en el hombre y dejó abiertas
las dudas, de lado a lado. 
El corazón se ha cerrado 
con un candado de plomo
para que, ni por asomo,
nadie lo pueda mirar.
Habrá que aprender a hablar
con la llave del Rey Momo.

Glauco

domingo, 7 de septiembre de 2025

Mi nombre

El viejo que me mira ahí adelante
alguna vez fui yo mirando antaño,
por mucho que parezca ser extraño,
miraba al otro yo, pequeño infante. 

Esa visión constante el cielo infringe:
no es noche ni mañana ni es la tarde. 
En mí tiempo y espacio hacen alarde
de ser yo mismo trampa de la esfinge. 

He sido lo que soy y seré luego:
la paz y la batalla y nueva paz,
las sempiternas fechas del jamás,

cardo y ceniza, viento, aliento y fuego.
Me mira allí adelante el viejo hombre,
ese que va conmigo y con mi nombre. 

Glauco

sábado, 6 de septiembre de 2025

Los pasajeros

Pasan los pasajeros cual minutos,
en sus ojos el mundo y un millón
y en mis ojos son ellos diminutos,
¿así es de diminuto el corazón? 

Se van y vienen. Vienen y se van. 
¿Adónde van? ¿Acaso hacia sí mismos? 
¿Acaso voy también? Sé bien que están 
donde yo estoy, en un Babel de abismos. 

Los miro y, por supuesto, estoy seguro
que ellos también me miran. ¿Qué me miran? 
¿Me ven como otro mundo? ¿Otro futuro? 
¿Al verme, igual que yo, también se inspiran? 

Sus pasos son mis pasos. Caminamos
unidos en los suelos y solemos
pensar en nuestros pasos. Nos callamos
sin ver qué nos decimos si nos vemos. 

También soy pasajero y también paso 
delante de los ojos y soy uno
que es parte del millón, soy un retazo
de huella compartiendo con alguno. 

Glauco

viernes, 5 de septiembre de 2025

En mi pupila

He visto al otro hundirse en mi pupila,
parece que padece del destello
del yo que al otro lado me vigila. 

Padezco de su vista el atropello,
me juzga, me critica, me desgarra,
me acaba recogiéndome del cuello.

Me dice que ejecuta la guitarra
y encuentra entre los libros un amigo
(Avito Carrascal; Violeta Parra);

me dice que en la calle hay un abrigo
que no le quita el frío ni lo calienta,
tan sólo es un traslúcido testigo;

me dice que la soledad lo inventa
y no tiene más nada que su vida.
Padezco del reflejo que me alienta

a ver en ese otro una prendida
vela de reflexión, de un ego ajeno,
arché de lo que soy y su estampida. 

En un ojo febril, verde y sereno
se tallan los destellos de manila
que me hacen comprenderme como bueno
cuando me veo delante, en mi pupila. 

Glauco

jueves, 4 de septiembre de 2025

Todo tuyo

Mi piel junto a la tuya hace el ocaso 
y se tiñen de rojo las mordidas. 
Eclipsas mis ensueños con tu abrazo 
y entonas los cantares de las vidas:
silencios entallados al zarpazo 
del alba de tú y yo. ¡Gratas heridas!
Me entumes y, por extensión, te entumo,
ocaso del venir y del consumo. 

Podrías doblar mi piel hecha cenizas 
y yo alargar la vista de los montes. 
Tu piel, mi piel, la piel, sendas cornisas,
perímetros, almenas, horizontes.
Son únicas las tácitas sonrisas
y espero que con ellas me confrontes. 
El don de amor, de piel, es el arrullo
que me hace ser tu amor, ser todo tuyo. 

Glauco

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Linda Violeta

Amarte me da la vida. 
Tres años de vida nueva.
Amarte sólo me eleva, 
del llanto me da salida.
Amarte me da bebida:
el vino de la ternura.
Amarte me da la pura 
mañana, me hace poeta. 
Amarte, linda Violeta,
es encanto que perdura. 

Glauco

martes, 2 de septiembre de 2025

Por más veces que el tiempo

Por más veces que el tiempo me condene
a terminar mi paso en esta tierra
y en otras, sin dar paz y sin dar guerra,
habré de empecinarme en lo perenne.

Habré de desgarrarme en las grafías.
los hielos de Siberia, las canciones,
la huella seminal de los leones, 
las brujas, los carbonos y los días…

Habré de perseguir el manto eterno
de luces que nos cubre allí en lo oscuro.
Habré de dar el tiempo por seguro

como quien da por cierto al otro externo.
Por más veces que el tiempo siempre nuevo
me acabe, yo seré signo longevo. 

Glauco

lunes, 1 de septiembre de 2025

La eterna era

Se desgarra la lluvia en los cristales 
y deforma las formas de lo visto,
Cristo mismo se vuelve el Anticristo 
cuando mundo y visión no son iguales.

Se desarman los rayos matinales
en mil lupas, siendo un millón de rayos,
padeciendo las luces los desmayos
y los vidrios las lluvias torrenciales. 

No se miran las grietas a sí mismas,
solamente erosionan contra el paso
de las cosas, del viento, del escaso

comprender de las gotas los mil cismas. 
Todo cambia en la lluvia mañanera:
la visión, la igualdad, la eterna era. 

Glauco