Presentación

Presentación

martes, 31 de diciembre de 2024

De niño

De niño, mientras veía
pasar a los Reyes Magos,
dejaba los días aciagos 
entre el cansancio y la vía.
De niño yo no sabía 
de placeres y dolores,
y entre cielos de colores
miraba, cual simples vagos,
pasar a los Reyes Magos
convertir los días en flores. 

Glauco

lunes, 30 de diciembre de 2024

La tierra que está y está

Estar es dar un poco
de manos, de latidos,
de oídos y de ojos,
de pasos y sonidos. 

Estar es ser marchito,
es ser intrascendente,
es ser el exquisito
recuerdo de lo ardiente. 

Es ver con cielo y luna
las ondas del cabello,
ahondar en la fortuna
de traer en mí tu sello. 

Es huella de mi paso
por toda tu ternura,
el Carpe Diem de Horacio 
vuelto vida futura. 

Estar es un hechizo
de espíritus lejanos,
que así, porque Dios quiso,
se acercan los humanos. 

Estar es siempre dar
los besos y el saber,
el momento de amar
y el gusto de creer. 

Glauco

domingo, 29 de diciembre de 2024

Los abrazos y el frío

En el tiempo de frío 
los abrazos son vida.
Une tu abrazo al mío 
y que encienda la pira. 

En invierno suspira
el aliento caliente
que al calor nos inspira
con sus besos inertes. 

Con el frío te conviertes 
en el tiempo divino
y los brazos son fuertes
cual caudal en el río. 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Todo sea por caminar

El camino de los pies
siempre dibuja el consuelo;
avanzas por donde ves,
recodos, nubes, cabellos. 

Los caminos son más bellos 
cuando los ojos los andan,
los pasos se hacen destellos 
y los pies se desencantan. 

En la sesera nos cantan
los silencios. Caminamos
y los polvos se levantan 
como sueño del gusano. 

El camino es el hermano
del árbol, de la ventana,
de la puerta, del anciano,
del arrayán, de la llaga. 

La luz y la senda vaga
nos señalan el querer;
el hechizo de la maga
qué camina hacia el después. 

Glauco

viernes, 27 de diciembre de 2024

Canto de amor y carencia

Amo cada latido del geranio,
cada danza indulgente del durazno,
cada día de tus ojos mironeando,
cada indicio de Dios entre los datos. 

Amo el duelo que tienen las pestañas 
con el viento y la luz de las mañanas.
Amo el diurno clavel de las espadas,
destacando el fulgor de las ventanas. 

Amo el aire en los labios congelado,
amo el fuego soplado entre las manos,
amo el aro en el cielo solitario,
amo el yugo del niño abandonado. 

Amo el viejo combate. Amo la casa
donde crece el violeta de mi cara. 
Amo toda la vista que me llama
a ser uno con todo y que no calla

porque sabe que me hace falta algo,
un secreto, una nota, un simple halago,
un cachito de Dios, un beso dado,
un durazno, un latido y un geranio. 

Glauco

jueves, 26 de diciembre de 2024

Musiquita

Los dedos danzan al son
de un eterno pasodoble;
el ritmo del corazón
es lo que lo vuelve noble. 

La melodía se dibuja
con los dedos en el viento;
con hilo tenue y aguja
se hilvana el movimiento. 

Y en la mente melodías
mueven y marcan el paso;
son calladas las poesías 
que hacen del silencio el trazo. 

Glauco

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Volar bajito

Quisiera volar bajito,
muy pegadito al rocío,
donde reconozca el grito
de los desaparecidos. 

Volar bajito y muy cerca
de esos que nadie recuerda,
de ésos que entre la tormenta 
buscaron abrir la puerta. 

Donde el amor no se agita,
donde el rencor es la vida,
donde el lamento germina,
donde encontramos la vida. 

Siento un aliento divino,
ése que me hace estar vivo,
donde escapó del martirio
queriendo volar bajito. 

Glauco

martes, 24 de diciembre de 2024

Tarareando

Tantas tardes he sentido 
que te tengo y mientras siento 
no soy tanto ni tan alto 
como el tiempo. Este momento
me transporta con un salto
al más tímido latido. 

Tulipanes y ternura
tintinean en la infinita,
tímida y nocturna tez
de tu escultura bonita,
tu estilo y tu timidez,
tu fe, tu té y tu cintura. 

Tinta turbia en el tintero
destila la tentación 
de tenerte y atajarte
entre toda interacción.
Tantas tardes quiero amarte
y darte el planeta entero. 

Tantas tardes aleteo
en las trabas del intento
de cantarte y no toparme
con tener ese talento
tan solo puedo estamparme
mientras en ti tarareo.


Glauco

lunes, 23 de diciembre de 2024

Tararear

Cuando cantar no se puede
uno solo tararea,
quizás es porque algo duele
y no importa lo que sea. 

Un silbidito interrumpe 
el despertar de los versos
y en las melodías esculpe
novedosos universos. 

Suena desde lo lejano
la canción del firmamento;
el cielo está enamorado
y canta con sentimiento

que perdió algo de lo antiguo,
que ganó en la incertidumbre,
que los brazos de un amigo
deshicieron la costumbre 

de creer en la humanidad. 
La canción del sueño ajeno
retumba en lo natural,
en lo bello y en lo bueno. 

Canta la canción de cuna,
la de amor, la que aletea… 
Cuando el sentimiento pugna
la palabra tararea. 

Glauco

domingo, 22 de diciembre de 2024

Sin ver

Al ver la calle miro mil colores,
mil rostros, mil trabajos, mil labores.
Al ver la calle miro mil temores,
mil niños, mil mujeres, mil señores. 

Al ver la calle miro mil abrazos,
mil joyas, mil intrépidos, mil pasos. 
Al ver la calle miro mil pedazos,
mil manos, mil relojes, mil ocasos. 

Al ver la calle miro y cuando miro
no sé de sueños ni cavilaciones 
ni análisis ni glorias ni pasiones. 

No sé si lo que miro es un suspiro
de aquello que a la vista le resulta
inaccesible y del vivir se oculta. 

Glauco

sábado, 21 de diciembre de 2024

Las nubes

Las nubes que adornaban el paisaje
hoy cubren en mi vista las siluetas,
se han vuelto de la niebla apologetas
fraguando entre las fotos un ultraje. 

Las nubes hoy se vuelven el ropaje
de una visión inhóspita y secreta,
se andaban asomando por la grieta
que hoy bebe la ceguera del brebaje. 

Ciego de amor, de paz, de pensamiento,
de cerros, de viviendas, de alumbrado.
Ciegos mis verdes ojos han quedado

como reflejo de estos miramientos. 
A veces las miradas van y suben
y miran más profundo que las nubes. 

Glauco

viernes, 20 de diciembre de 2024

Distracciones sobre el movimiento

Todo va pasando y no sé si pasa
porque yo me muevo o porque estoy quieto,
pasan las personas frente de mi casa,
va pasando el río, de rocas, repleto. 

La luna que pasa, por el sol, oculta,
anda por mis ojos igual que un misterio.
La visión arcana, del astro, resulta
en mirar el cielo siendo un cementerio. 

Los árboles andan al son de mis pasos,
se van despidiendo de mis reflexiones.
No sé si el reflejo dibuje los trazos
de aquello que pienso en mis aflicciones. 

Se pasean mis ojos en una gotita
que cae y resbala hasta hacer del charco
un lirio bailando, una onda que grita,
una monja quieta trasladando al barco. 

Aquí vengo quieto y pasando el día,
y siendo testigo de este movimiento,
viene a mí y pasea algo de poesía
que informa y dibuja a mi pensamiento. 

Glauco

jueves, 19 de diciembre de 2024

Mis pequeñeces

¿En qué he ocupado el tiempo
que fluye por mis venas?
¡Envejeció mi cuerpo
cual sol en las arenas!
¡Envejecí y no tengo
más tiempo para penas!
¡Envejezco y no temo
a las horas serenas!

Algunos buenos libros
y algunos no tan buenos,
algunos vinos tintos,
incendios y serenos,
algunos pies divinos
y algunos pies terrenos,
algunos laberintos
y algunos desenfrenos. 

Hoy voy a los recuerdos
de vez en vez y a veces
me encuentro un par de cuervos
royendo en las sandeces,
otras veces encuentro
las bocas de los jueces
que rezan en el tiempo
por mí y mis pequeñeces. 

Glauco

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Indestructibles

No sé por qué lo que veo
padecer la destrucción
me ofrece la sensación
de haber desaparecido,
quizá se haya convertido 
en el barco de Teseo.

Los incendios forestales,
huracanes y tormentas,
son destrucciones violentas
que no destruyen realmente
sólo envuelven al agente
de los cambios naturales. 

No nos mata la tristeza
ni menos la soledad.
Vivimos la realidad
igual que un leve suplicio,
ese es, en verdad, el vicio
de nuestra naturaleza. 

No hay ley, tratado ni norma
dictando la inexistencia,
no hay filosofía ni ciencia
negando esta afirmación:
es una clara visión
ver que todo se transforma. 

Glauco


martes, 17 de diciembre de 2024

En el invierno

En el sepia del invierno
se mueven hojas y manos,
se quedan los pensamientos
bajo el sol, sobre los llanos. 

Se siente abrasar el frío
de los pies a la cabeza,
besa ese viento divino
pero al aliento no besa.

Porque la luz se aliviana
cuando la respiración
se pasa unos días en cama
y fuera del corazón.

Es duro sentirse solo
en las tardes del invierno,
se siente como si todo
lo triste se hiciera eterno. 

Porque hay en la oscuridad
sensación de lo perenne,
es algo antinatural
que de cuando en cuando viene.

Hay en este tono sepia
un poco de sempiterno,
algo de esta nueva era
que se queda en el invierno.

Glauco

lunes, 16 de diciembre de 2024

Andar

Andar. Andar, andar. Andar y andar. 
Andar es ir sin rumbo a donde el césped
intima en su apariencia con el mar
y es un poco de cama para el huésped. 

Descanso de la vida y la pobreza…
Si el hambre… si el trabajo… si esfuerzo…
Si acaso alguien nos diera la destreza
de ser más que un soplido, más que el cierzo. 

La ropa, los zapatos, las canastas,
las llantas, los asientos, la guitarra,
las ventas, las ofertas, las subastas,
el vino, los cigarros, la chamarra…

La falta de tener y el tener poco,
tan poco que se siente casi nada,
tiene al planeta entero vuelto loco,
al borde de caer por la cañada. 

Comemos, si podemos, y bebemos,
si acaso se nos da, todo es recibo. 
Andamos por la vida y no sabemos
el mínimo sentido de lo vivo. 

¡Sin algo que nos dé! ¡Sin recibir!
¡Sin fuerza para recibir lo dado!
Humilde es el saber cómo vivir
sin creer que por tener hemos triunfado. 

Glauco

domingo, 15 de diciembre de 2024

Debemos tener opción

La pobreza no es opción,
es como si la riqueza
animara el corazón.
Nunca es opción la pobreza. 

Y yo no hablo de abundancia,
sino de acumulación. 
No es igual mucha distancia
que tener más de un sillón. 

El dinero es abstracción
del valor de nuestro hacer,
sólo hay hacer en función
de que otros lo puedan ver. 

Y si no vales dinero
seguro eres un bufón,
sólo un pobre limosnero,
un hombre sin opinión. 

Es cierto, vale la acción,
es cierto que hay que vivir.
La vida no es ocasión
para no querer morir. 

Nada nos puede pagar
el valor de una canción,
si esa canción va a sonar
en nuestro caparazón. 
Nada puede profanar
el bien de tener opción,
de ser pobres y encontrar
la dicha en el corazón.

Glauco

sábado, 14 de diciembre de 2024

La mirada nuestra

Te llevo en la mirada, te llevo en el mirarme.
No entiendo en cuáles ojos está la maravilla. 
Quizá la maravilla se encuentra en el desarme
eterno de las luces que adornan la vainilla. 

Ahí en el breve espacio vacío entre las miradas
se trenzan luz y sombra en una imagen fina.
Las luces y las sombras se encuentran abrazadas
mientras que la mirada a sí misma camina. 

Me miras y ahí me llevas, te miro y ahí te llevo. 
Está la maravilla inmersa en este mundo. 
Toda la maravilla es siempre un mundo nuevo,
un ojo deslumbrado y un corazón fecundo. 

Glauco

viernes, 13 de diciembre de 2024

Alguna vez, amor

Alguna vez, amor, fuiste descanso,
como tormenta que se quedó quieta
entre la tierra y se volvió remanso.
Alguna vez, amor, fuiste poeta,
la paz en tu garganta se hizo sanso 
dejando entre los hombres una veta. 
Alguna vez, amor, fuiste ese beso
que dió a probar la libertad al preso. 

Alguna vez, amor, fuiste topacio
pintando nuestras luces de amarillo
y así se iluminó todo el espacio. 
Alguna vez, amor, fuiste tordillo,
pintaste negro y blanco aquel palacio 
que llevamos al hombro como hatillo. 
Alguna vez, amor, fuiste mil manos
abiertas a los versos casquivanos. 

Alguna vez, amor, fuiste aquelarre 
de antiguas emociones olvidadas,
muy dentro, allá en el rito del amarre. 
Alguna vez, amor, fuiste zancadas
atemporales, líneas del desgarre 
torturador que dejan las espadas. 
Ahora, amor, estás siendo, tú eres
clepsidra: paso de hombres y mujeres. 

Glauco

jueves, 12 de diciembre de 2024

Andando siempre al vuelo

Deseando que la ventana
en un manto se convierta,
también deseando que abierta
se encuentre cada mañana,
una pelusita emana
del común de la pelusa, 
a ser plural se reúsa 
y deambula con el viento,
anda esperando el momento
de, en sí misma, ser profusa. 

Llega a algún lugar remoto,
a una sierra de peluche,
da con un antiguo estuche
encima de un cuadro roto,
dibuja una flor de loto
cuando se logra apartar
de lo que llaman hogar
pero ella llama prisión.
A algunos el corazón
los conmina a caminar. 

Seamos o no pelusas
en un conjunto perdido,
andamos tras lo vivido
entre experiencias confusas.
Somos vivencias intrusas
entre la tierra y el cielo.
Queremos dejar el suelo,
somos un alma indomíta.
Somos una pelusita
que anda levantando el vuelo.

Glauco

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Padre e hija

Decirte que te quiero y luego, en un abrazo,
unir cada palabra con cada movimiento,
es lo que quiero a diario velando por mi paso,
y en vela este cariño se vuelva mandamiento,
Somos arena y agua al borde del ocaso,
al borde de la vida y al borde del momento. 

Estamos condenados al resoplar del viento.
Te irás, no iré contigo. Me iré, no irás conmigo. 
Ahora, mientras tanto, yo pienso que yo siento
que nada puede herirnos mientras esté contigo. 
Soy padre, tú eres hija, y somos el intento
de repasar el tiempo brindándonos abrigo. 

Glauco

martes, 10 de diciembre de 2024

Andanzas

Solemos viajar por todos lados:
las calles, los palacios, el amor;
solemos caminar equivocados
pensando que el cielo es el calor
porque algo tiene el sol que entre sus rayos
las nubes nos dibujan una flor. 

Andamos tras los precios de la vida
y lloramos porque todo es caro:
dormir, comer, llegar a la salida;
Dios padre me parece avaro. 
Es un encuentro entre tierra y saliva
que le impone su valor al barro. 

Viramos en los labios de la gente,
en calles y en recodos y en las venas.
Nos vemos como fuego incandescente
que convierte en cristales las arenas.
Andamos los senderos de la muerte
sin mirar a través de las almenas. 

Entre el coraje y la melancolía
todo se vuelve amor, todo se acaba. 
El mar no sabe lo que antes sabía:
adónde va y por dónde pasaba. 
Solemos transitar por alegría,
las calles, los palacios y la cava.

Glauco

lunes, 9 de diciembre de 2024

El jardín junto al mar

Las flores son la simple fantasía
que marca lo divino en el camino.
No hay mito, fábula ni analogía,
que abarque lo sencillo y lo divino.
Todo lo que se ve es alegoría
del invidente que se hizo adivino. 
No hay cuento que revele lo ignorado
ni ciencia que descubra lo contado. 

Se dice que la línea dividida
le da categoría al conocimiento,
que la caverna es la misma vida
y que un auriga es el entendimiento…
El cuento nunca cuenta la salida
adentra más a aquel que escucha el cuento. 
La alegoría no es para explicar,
es un jardín izado junto al mar. 

Glauco

domingo, 8 de diciembre de 2024

En todas partes

La rana es la maravilla
que surca el agua
y en los pirules la ardilla
en pelo estalla.
Las gotas en la sombrilla 
bailan y bailan…
Los mares de tus mejillas
callan y callan.

El viento de las ventanas
llora en el frío
y el talán de las campanas
calla el sonido. 
Los rezos de las hermanas
son un divino
milagro. Son las mañanas
tiempo vacío. 

El ruido del firmamento
Todo declama. 
El campo de entrenamiento 
es la batalla. 
Todo es un cariño hambriento
es una llaga… 
Tú ocupas mi pensamiento,
mi fe y mi cama. 

Glauco

sábado, 7 de diciembre de 2024

El abismo

Un viernes vi volar un gran abismo.
Volaba, iba y venía sobre las nubes,
hambriento de saber del bifrontismo. 

Abismo, yo que caigo y tú que subes,
ayúdame a subir y no morirme,
para pasear contigo y los querubes. 

Me muero porque no puedes decirme
ni una palabra más, porque me dejas
aquí sin nada ver y sin oírme. 

Sí sé que yo te vi, veo que te alejas,
dejándome solito, aquí, perdido,
sin llaves, sin ventanas y sin rejas. 

Hoy, un año después, veo que te has ido,
mas ya no te veo a ti, creo, ni a mí mismo.
Te miro y en mi mente estás dormido
volando entre las nubes, cual abismo. 

Glauco

viernes, 6 de diciembre de 2024

Amar amargamente

Amar al mar a mares y a martirios
es dar los dados, dividir destinos.
Marcharse es marca propia de marinos
del duelo del Danubio y sus delirios. 

Enmarañado el duelo, enmarañado
el viento que a babor mueve las velas,
enmarañado el mar en las propelas,
enmarañado aquel que se ha mareado. 

Todo es amar, hasta lo más amargo
del viento amarillento del aliento; 
todo es amar a más cada momento. 

Amargo es el amar, ése es su cargo,
por eso el marinero todo olvida
debajo del Danubio y de la vida. 

Glauco

jueves, 5 de diciembre de 2024

Me pasa que siempre voy

Me pasa que a veces voy 
y muchas otras me quedo,
¿de dónde soy, dónde estoy?,
¿cómo he aprendido este Credo? 

Creo que la hormiga padece
la historia de lo incontable. 
Creo que el negro palidece
ante la luz de lo amable. 

Creo que lloran las ventanas,
por la noche, a los dormidos.
Creo que doblan las campanas
por los pasados dormidos. 

Creo que los libros le lloran,
de la memoria, los prados
mientras sus dichos devoran 
a los hombres olvidado. 

Creo que los vasos de agua
le dan a los besos paz.
Creo que la paz es la fragua
de la vida pertinaz. 

Creo que las voraces fieras 
le dan un grito a la prosa.
Creo que cuando tú te mueras
no irás directo a una fosa. 

Creo que en verdad es pasar
lo propio, que no es quién soy
lo que importa, sino amar
y pasa que siempre voy. 

Glauco

miércoles, 4 de diciembre de 2024

La historia jamás contada

Perdido en los misterios de Aladino,
Sinbad, y Shahriar y Sherezada,
me encuentro como piedra en el camino
en una historia protagonizada
por otro que no es yo. Yo me conmino
a ver a quien no es blandir su espada. 

Con Argos, con Orfeo y con Berganza,
miro pasar de cerca a las hormigas
de las que no nos habla Sancho Panza,
ni Augusto ni Odiseo; miro las migas
de algún relato que sin alabanza
excluye hormigas, césped y boñigas. 

De todas las historias en el mundo
es más hermosa la que no es contada
que la que sí. El silencio es más profundo
y en él toda belleza se halla atada. 
El mundo es un lugar ciego y fecundo
tal como Shahriar y Sherezada. 

Glauco

martes, 3 de diciembre de 2024

Todo se va

Todas las cosas van y nunca vuelven.
Si acaso vuelven, sepa dios qué vuelva. 
Es el paso del tiempo entre la hierba
como aquello que va y ya no regresa. 

El sol al sol le dice adiós a diario. 
Las voces a las voces se silencian. 
El fin al terminar también comienza
como aquello que va y ya no regresa. 

Barullos se convierten en canciones.
Canciones se convierten en barullos. 
Son un grito a los grillos los murmullos.

Son un hondo sentir los corazones. 
Nunca vuelven las cosas, todas van,
son siendo, eran, fueron y serán. 

Glauco

lunes, 2 de diciembre de 2024

La eterna necesidad

Te necesito como la erosión
necesita al movimiento. 
Surges y andas y vas 
y me llevas
contigo. 

Todas las mañanas cuando miras
a mis ojos
como buscando algo más,
no sé lo que encuentras,
sé que compenetras 
y que no te vas,
que dejas en mi alma rojas piras. 

Se siente el sol calientito,
quizás en las manos,
quizás en los pies,
quizás en el pasado y el porvenir...
Quizás el calor eres tú,
calor vivo y eterno. 

No pasan los días desde que te amo,
pasan las hojas, las aguas y el vino,
pasan Adán y Eva,
pasa Odiseo y mira a Argos 
y no lo ignora, 
pasa la canción de la creación
y suena más fuerte...
Tú no eres del tiempo,
eres del corazón que late lento
en toda la creación. 
Eres amor. Te necesito.
Te necesito. 
Eres amor.
Eres mi amor. 

Glauco

domingo, 1 de diciembre de 2024

El daño estoico

¡Cuánto y cuán inmenso daño
le ha hecho la razón al paraíso! 
Al igual le volvió extraño
y a todo lo hecho lo deshizo. 

Gato , tigre, león, todos felinos,
todos juntos: algo más. 
Aquí se bifurcan los caminos,
no hay un “vienes”, sólo un “vas”. 

Todo acaba en el Amén.
Yace todo en nuestro corazón. 
Y la estrella de Belén 
muere si la encuentra la razón. 

Glauco