Señor, ten piedad de nosotros,
por los desaparecidos,
por los muertos, por los niños,
por quienes se vuelven monstruos,
por esos que doman lobos,
por esos que hacen hatillos…
Señor, ten piedad de nosotros,
danos lluvia y corazón,
corazón y tremolinas,
saludos y maravillas,
maravillas y los rostros,
ayeres, balas y minas.
Señor, ten piedad de nosotros.
Danos la genista y el becerro,
la misa, la guaracha y el cencerro,
danos la vanidad, danos los potros,
la justicia del “te quiero”,
el pan la piel y los abetos.
Señor, ten piedad de nosotros,
por la insalubridad, la llama,
ten piedad del alma
mía y el alma de otros,
ten piedad del vivo y la metralla.
Señor, ten piedad de nosotros.
Glauco