luciendo luminosa en el oleaje
latente que se alinea en el paisaje.
La luz es la linterna de la luna.
No hay luz que no se encuentre con ninguna
noción de ser el único montaje
de naves que caminan sin anclaje
enamorando noches y fortuna.
¡Oh, luna, tú que todo distorsionas!
¡La luz, el agua, el cielo, el navegante,
la pena, el alimento y el instante!
¡Dime si, acaso, cambian las personas
en el momento en que por fin te hallas
en la laguna y que sus voces callas!
Glauco