Te llevo en cada recuerdo,
en cada paso que doy.
Un poco de eso que soy
es por ti. Yo no me pierdo,
tengo fuerte el lado izquierdo.
Te llevo en cada palabra,
basta que la boca abra
para que eso sea evidente.
Recuerdo que ingratamente
te llevó Patas de cabra.
En cervezas y canciones,
en charlas después de clases,
en cuidados eficaces,
en pleitos y tragazones,
en gallos y perdigones.
Tengo el corazón incierto
(un surco marchito abierto)
desde que me abandonaste.
Yo no sé cómo pasaste
de estar conmigo a estar muerto.
Glauco