Presentación

Presentación

jueves, 31 de octubre de 2024

Elegía a la calavera

 
Te llevo en cada recuerdo,
en cada paso que doy.
Un poco de eso que soy
es por ti. Yo no me pierdo,
tengo fuerte el lado izquierdo. 
Te llevo en cada palabra, 
basta que la boca abra
para que eso sea evidente.
Recuerdo que ingratamente
te llevó Patas de cabra. 

En cervezas y canciones,
en charlas después de clases,
en cuidados eficaces, 
en pleitos y tragazones,
en gallos y perdigones.
Tengo el corazón incierto
(un surco marchito abierto)
desde que me abandonaste. 
Yo no sé cómo pasaste
de estar conmigo a estar muerto. 

Glauco

miércoles, 30 de octubre de 2024

Donde la muerte pasea

 
Se acaba la primavera 
con la vera del verano.
También se acaba el humano
en mano de la manera
en que termina la era
de todo lo acontecido.
Lo poco que hemos vivido
ansía vivir en lo eterno,
pero en el frío del invierno
todo se queda dormido. 

La luz se filtra en los ojos
por mucho que los cerremos,
aun cerrados sólo vemos
vibrar los párpados rojos.
No hay suficientes cerrojos
para quitarnos la idea
de que el todo, como sea, 
después de todo termina. 
Es una línea muy fina
donde la muerte pasea. 

Glauco

martes, 29 de octubre de 2024

¡Todos nos moriremos!

 
Se mueren los geranios y los lirios.
Se mueren las canciones y las fotos. 
Se mueren en los corazones rotos
miles de realidades y delirios. 

En márgenes de flores y de cirios
se posan los infieles, los devotos…
Entre tornados y entre maremotos
quedan las sobras de nuestros martirios. 

Se mueren todos. Todos se nos mueren. 
Todos nos moriremos algún día;
saberlo no es una sabiduría. 

Hay muchos que nos aman, que nos quieren.
Pero el amor para el amor no alcanza…
Sólo la muerte forma la esperanza. 

Glauco

lunes, 28 de octubre de 2024

¡No existe!

 
No existe más amor que el amor muerto
en las arenas blancas de los ojos,
que el amor que se esconde en los rastrojos
restantes al segar el campo abierto. 

No existe más amor que el que nos mata,
dejándonos al borde de la vida. 
No existe más amor que el de la herida
inerte que al pretérito nos ata. 

No existe más amor que el infinito. 
No existe más amor que el condenado. 
No existe más amor que el recordado. 

Ahí en el místico saber del mito
está el amor que arropa los instantes.
No hay más amor que el de los principiantes. 

Glauco

domingo, 27 de octubre de 2024

Corazón en todas partes

 
Corazón en la pared,
atado sin un consuelo,
entre la vida y la sed,
entre la arena y el hielo. 

Corazón en el asfalto,
entre anhelos y basura,
entre lo bajo y lo alto,
arraigado a la locura. 

Corazón en la pileta,
ahogado en bilis y miel,
entre senderos violeta,
entre el velo de la piel. 

Corazón en la ventana,
entre el fondo y el espejo,
entre el llanto y el reflejo,
repleto del alma humana. 

Corazón en las costillas
entre el silencio y el ruido,
entre dolo y maravillas,
oscila en el hombre herido. 

Glauco

sábado, 26 de octubre de 2024

Los accidentes

 
Es imposible que la tormenta 
moje los charcos que ha provocado. 
Pobre del agua, no se da cuenta
que nunca puede ver lo mojado. 

El viento sopla, nadie le sopla,
lo mueve todo, mas ¿quién lo mueve? 
Quizás la boca que habla una copla
y hace que el alma se vuelva leve. 

El movimiento lo mueve todo: 
paredes, pisos, palapas, pies;
camino recto vuelve al recodo
y el mundo entero es lo que es. 

Muchos colores, todos pasando
por el espectro de tenue luz
sobre los ojos de don Fernando
Botero, Scheggia, Renoir y Toulouse. 

Inaccesible la misma vida
para los pechos, para las mentes. 
La vida siempre se halla escondida
tras lo que llaman Los Accidentes. 

Glauco

viernes, 25 de octubre de 2024

Confesión I

 
Dios Padre, mira cómo te sigo,
cómo te encuentro, cómo te pierdo…
Dios, Hijo, tienes gusto de higo
que nunca pruebo, que nunca muerdo. 

Si tú supieras que estoy perdido,
que voy y vago sobre mi ceño,
sabrías que sufro, cuál perro herido,
sin esperanza, calor ni dueño. 

Sufro de risas, de vid y trigo,
sufro de ausencia, silencio y miedo,
desde que busco vivir contigo
en la infinita verdad del Credo. 

Paloma blanca/paloma negra,
no sé si tengo que suplicarte.
Toda mi vida se desintegra
en estas ansias vivas de amarte. 

Glauco

jueves, 24 de octubre de 2024

El padre de la técnica

 
Ante la sensación de la presencia
de Dios, Caín sintiose temeroso,
temor de que su hermano bondadoso
demostrara su falta de clemencia.

Sintió Caín palidecer su esencia
y Dios sintió a Caín siendo monstruoso.
Es duro, irrevocable y ominoso,
ver que Caín es padre de la ciencia. 

La ciencia y la promesa de ser dioses
van juntos en los ojos de la mente.
La ciencia se presume indiferente

ante los sueños y sus muchas voces. 
La ciencia beneficia a los que quieren
vivir más que el vecino, y así mueren. 

Glauco

miércoles, 23 de octubre de 2024

La gravedad

 
En el repiquetear de la avellana
que choca contra el árbol en lo alto
se siente aquella fuerza en el asfalto
llamándole hacia abajo en la mañana. 

La pluma se mantiene suspendida,
ingrávida, danzante y misionera,
parece cual si el viento presintiera
que si ella cae, él perdería la vida. 

Ajeno a la burbuja algo contiene
su forma, sus colores, su destino,
hace que todo caiga en el camino

y lo que arriba va, hacia abajo viene. 
No sé cómo hay quien cree que la verdad
no es una, si es como la gravedad. 

Glauco

martes, 22 de octubre de 2024

Lo que se necesita

 
Deja pasar los rayos la cortina
como hacen los oídos con las notas.
Saben los rayos que las almas rotas
captan la melodía que no termina. 

Una vara de luz delgada y fina
se vuelve miles de ojos en las gotas.
Allá en las cóncavas pompas remotas
se arrulla la necesidad dañina. 

La luz entre lo oscuro se escabulle,
porque lo oscuro en sí la necesita. 
No es el aislamiento al eremita

lo mismo que la nada al que destruye. 
Tenemos la necesidad del mundo,
no importa que se olvide en un segundo. 

Glauco

lunes, 21 de octubre de 2024

La vida pasa y se va

 
Un día ya no volvieron más los días 
en que, entintados, iban los “Te quiero”
en las manos cansadas del cartero,
y andaban en papel las alegrías. 

Ya pasaron los días en que dormías
para poder soñar. Se ha ido el bolero,
la noche de amistad, se ha ido el portero.
Se fue algo de lo mucho que veías. 

Las uvas con los años fueron vino
y tú, con esos años, hoy las bebes 
en tragos graves y otros tragos leves. 

Todo ha pasado, menos el destino,
pues el destino se hace del azar
que hace propicio el mundo y el pasar. 

Glauco

domingo, 20 de octubre de 2024

Las almas bajo tierra

 
Hay algo de tu esencia que se aferra
a no partir y no puede morirse,
ese algo no se ve y puede sentirse
como la oscuridad sobre la sierra. 

Debajo de los pies la nada aterra
a aquellos que en lo eterno van a unirse. 
Las lágrimas y el fuego han de fundirse
en los espíritus bajo la tierra. 

Es necesario aligerar los pasos,
las tumbas, los caminos, los gobiernos 
para que aquellos que se han vuelto eternos

se alcen de la tierra a nuestros brazos. 
No es justo, resignarnos no podemos,
sería como decirnos que no amemos. 

Glauco

sábado, 19 de octubre de 2024

Apenado

 
Trepado en el escenario
me da pena ser yo mismo,
la vergüenza es ese abismo
que me vuelve solitario.
Sin embargo, hospitalario,
me encuentro con la vergüenza 
y mi propio ser comienza
a sentirse más tranquilo.
Uno tiene el alma en vilo
siempre que, por pena, piensa. 

Glauco

viernes, 18 de octubre de 2024

La morada de los tiempos

 
Vale más que las estrellas
no se desprendan del cielo,
a veces las luces bellas
hacen que reluzca el celo 
de las múltiples doncellas
que intentan pulir el suelo. 

El color de la mentira
no ser debería mezclar 
con la verdad que respira 
pero no puede pintar. 
No todo lo que se mira
puede volverse a mirar. 

Algunos de los ayeres 
se convirtieron en hoy,
perdidos en los placeres 
van los ayeres, yo voy
clavando con alfileres
en el hoy lo que yo soy. 

Más vale que cuando vayas
por las sendas de lo dicho
sepas bien que algunas vallas
no obedecen al capricho 
del hombre y que las batallas
han hecho en los hombres nicho. 

Glauco

jueves, 17 de octubre de 2024

Perpetuo instante

 
Cuando el corazón se cansa
de ser lo que debe ser,
se disfraza de esperanza
y da lugar a la fe. 

Cuando ya no hay corazón
se posa la voluntad
arriba del esternón,
en pos de la libertad. 

Cuando el llanto ya no es tanto
los ojos buscan tristeza.
No hay una cosa que el llanto
no revista de belleza. 

Cuando se deshace el alma
por una antigua memoria,
se siente partir la calma
a una vida transitoria. 

Y cuando todo se agita,
el sueño se hace constante,
el corazón necesita
volver perpetuo el instante. 

Glauco

miércoles, 16 de octubre de 2024

A sotavento

 
Adelante de mi atrás,
enfrente del corazón, 
siento que sopla la paz
y también la perdición. 

Mi corazón se estremece. 
Mi espalda no se detiene.
El miedo a la guerra crece
a la par que la paz viene. 

El soplo se siente poco
cuando se va con el viento,
pero el humano está loco
y camina a sotavento. 

No me mueve la esperanza,
más bien me mueve el temor. 
Mientras el odio me alcanza
ando en busca del amor. 

Glauco

martes, 15 de octubre de 2024

En el sueño

 
Vivo en un sueño de arenas y dátiles,
árido sueño de nuevos sabores 
donde curiosamente crecen flores
destinadas a la nada y frágiles. 

Se posan en mis pasos mariposas 
grises, difuminadas y difusas,
llevándome de aquí a las tundras rusas
donde arenas y dátiles son rosas. 

Se duermen en las noches las estrellas
y se despiertan todos los pecados. 
Hay quien confunde los sueños con hados.

Hay quien distingue caminos de huellas. 
Acá donde vivo no hay ni un muerto 
que me persiga cuando me despierto. 

Glauco

lunes, 14 de octubre de 2024

Te vi y vi el beso

 
¿Cuándo descubriste el beso
que en tus ojos ya crecía?
¡Me mirabas! ¡Me mirabas!
¡Volviste la noche día!

¡No sé de dónde nacen los deseos
de un beso en una boca misteriosa!
¡No sé hacia dónde viajan los silencios
hasta tatuarse en esa boca hermosa!

¡Te vi querer besarme!
¡Te vi evitar que te viera!
¡Ah, cuántas veces nos vimos!
¡El beso quería que te quisiera!

¿De dónde venimos, quiénes somos,
adónde vamos? ¡Me iré contigo!
¡No habrá ninguna sombra que me aparte!
¡En tus besos encontré el abrigo!

Glauco

domingo, 13 de octubre de 2024

Lloro por amor

 
He llorado tanto sintiendo el amor,
no porque me duela, no por desistir, 
sólo porque hay algo que tiene el sabor
de lo que muy pocos nos quieren decir. 

Me ha nacido un breve pedazo de río
en la temblorosa boca que susurra, 
siento que comparte lo nuestro y lo mío
y en un solo fuego todo se tusturra. 

Lloro porque suele llorar la siniestra
vida del recuerdo volviéndose olvido. 
Lloro porque pasa esta vida nuestra, 
cuando algunas veces ni la hemos vivido. 

Lloro porque nunca me alcanza la fuerza
para acariciar los dedos de Dios
ni para acercarme a la mano tersa
que a mi corazón lo convierte en dos. 

Todas las pisadas con que me sostienen
mis pies me han dejado raíces a tierra,
mas mis pobres pasos nunca se detienen,
cual la jacaranda que al viento se aferra. 

El amor me calma, el amor me mueve,
me lleva a lo nuevo y a lo ya sabido,
es un grito fuerte en un llanto leve
que es todo en mi vida y todo lo ha sido. 

Glauco 

sábado, 12 de octubre de 2024

La hija del fin del mundo

 
No he conocido otro amor
más claro y más inmediato
que el flujo del corazón
entre tu mano y mi mano.

Tu mano incapaz y torpe
surca el espacio y las aves,
vuela en los genes del hombre
hasta el riachuelo en que naces.

Naces para sonreír,
pronuncias en las vocales
que por fin estás aquí
para enflorecer las calles. 

Es un pretexto la senda
para hacer trenzas de dedos.
Entre las manos se trenza
el cariño sin pretexto. 

Llama la sangre al cariño
y el cariño le contesta
si encuentra un mundo bonito
donde es Dios el que nos reza. 

Viniste en dulces y fresas,
en manzanas y duraznos, 
viniste en la pronta entrega
de los místicos abrazos. 

Vives en todas las partes
imaginarias y ciertas,
ordenas montes y mares, 
luces el arte y la ciencia.
Eres agudos y graves
tocando en la primavera.
Amo que seamos tus padres. 

Glauco 

viernes, 11 de octubre de 2024

Lo que te quiero decir

 
Siempre que pienso en ti me siento tan vulnerable, 
como si el llanto desbastara mis huesos y mi carne. 
Siento cómo tu corazón 
anda saltando 
en todo el mundo y me llama, 
me dice que lo busque, 
que lo encuentre, 
que lo siga, 
que lo abrace, 
que le dé una moradita en un pedazo de mí.
También siento una palabrería
infinita 
que no sé decir, 
no sabe cómo salir y ahuyentar la maldad alrededor… 
Tu amor mitiga los dolores de la historia, 
toda la incapacidad 
de creer en algo más. 
Le hablo al viento y lo envío a bailar cerquita de tu oído, 
sin estallar, 
sin volverse tornado, pero volviéndose 
voz que te susurre el sustantivo arcano que yo no puedo pronunciar,
pero 
que la naturaleza sabe ese misterio celestial. 
Te he querido desde que te vi, 
estabas envuelta en colores, 
ya sin un mundo filmado en gris, 
estabas ahí y llegaste a vivir aquí. 
¿Dónde es aquí? 
Aquí 
en la maravilla que se levanta en mi esternón 
y me quita la respiración 
y me saca un canto nuevo, 
un trino de dragón, 
una infancia milagrosa para la eternidad. 
Te he amado desde ahora 
y un ahora será siempre. 
Sólo espero que algún día pueda compartirte la razón de la creación 
que nos une 
y nos unió 
en los primeros padres, en los primeros genes, en los primeros eslabones, en las primeras letras… En el Aleph. 
Te amo.  

Glauco


jueves, 10 de octubre de 2024

La búsqueda

 
Si atrás de la ventana encuentra el brillo
al otro lado encontrará el reflejo.
Tal vez el mundo afuera se haga viejo
y usted con la vejez se haga un chiquillo. 

Si en dientes de león ve el amarillo
en las azaleas hallará el bermejo.
Tal vez sean los colores el espejo
que no se rompe con ningún martillo. 

Si encuentra la obsesión en chopos de agua,
encontrará también la vida y muerte. 
Tal vez un día esa fijación acierte 

y encuentre usted la hornilla de la fragua.
Mientras en encontrar su vida centre
no habrá en su búsqueda nada que encuentre. 

Glauco

miércoles, 9 de octubre de 2024

Palabras sigilosas

 
Hay un soplo escondido en el sigilo,
un gutural silencio en la garganta
y una lívida luz que se levanta
exponiendo el misterio del pistilo

que no dice, y no dice porque quiere
que el silencio conserve su secreto,
eso escrito en el lánguido esqueleto
del mensaje que vive, pero muere. 

Se pierde por los siglos de los siglos
la ilustre mensajera de los libros.
No hay hermenéutica, sólo hay instintos,

sólo hay un cementerio en que los signos
se hablan unos a otros y los trinos
del viento algo vienen a decirnos. 

Glauco

martes, 8 de octubre de 2024

Raíces al viento

 
Abajo, donde la tierra
se hace llamar el subsuelo,
en las raíces, se encierra
la vida entre terciopelo. 

Las raíces se alimentan
de todo lo que no vemos,
las raíces nos inventan
saberes que no sabemos. 

Las raíces son lazarillo
de la sustancia primera,
van y visten de amarillo
las flores en primavera. 

Abajo, en el corazón,
de la tierra, se aligera
el soplido del ciclón
y exhala la vida entera.

Entre virutas y esporas,
entre el halcón y la abeja,
pasan volando las horas,
la primavera se aleja. 

El árbol siempre se aferra
a ser parte del momento,
y pa’ salir de la tierra
echa raíces al viento. 

Glauco

lunes, 7 de octubre de 2024

No estamos igual de solos

 
Miro al gato y me imagino
que él, de igual forma, me mira,
que sabe que en el camino
siempre hay gente que suspira

por encontrar un motivo,
un baluarte, una verdad.
Creo que él vive y que yo vivo
en la misma soledad. 

Él anda por la baranda,
por la verja y por el techo,
su andar pasa y me demanda
el ajetreo de mi pecho. 

Algo de mí me abandona
por acompañar al gato.
Pasa el tiempo y no perdona
(jamás es eterno un rato). 

El tiempo no es indulgente
y el gato lo sabe bien.
El engaño de mi mente
es creer que lo sé también. 

Yo sé, con pena y sin dolo,
que soy un solo y mendigo,
pero el gato, aunque está solo,
no sabe lo que yo digo. 

Glauco

domingo, 6 de octubre de 2024

Sin saber

 
Sin fuego, sin riqueza, sin vida y sin azar,
las almas se contentan en perseguir a Dios,
es como si el silencio descubriera la voz 
que nos hace rezar

No hay duda de que el hombre está para pasar.
El hombre en esta tierra es un viento precoz.
Por muy precoz que sea a los noventa y dos
no sabe preguntar. 

No hay oro ni relojes que llenen las maletas
llevadas por el tiempo y por las posesiones,
tan sólo hay oraciones. 

Se cansan las mujeres, los hombres, las veletas,
las olas, los incendios, al no saber muy bien
qué responde el amén. 

Glauco

sábado, 5 de octubre de 2024

Lengua de suegra

 
Avanza y se difumina
entre matices de verde.
No se mueve ni camina,
mas en mis ojos se pierde. 

De lo profundo germina
y padece lo delgado,
al glauco mar me conmina,
me mantiene hipnotizado. 

En el surco de su arteria
me imagino a unos enanos. 
Hermosa la Sansevieria,
me toca sin tener manos,

me ve sin tener mirada,
me llama sin tener lengua…
Me contempla enamorada
y su amor por mí no mengua. 

De verdad todo se pierde.
No hay verde que no concuerde
conmigo. Que yo recuerde
me tiene hechizado el verde. 

Glauco

viernes, 4 de octubre de 2024

Lo eterno de tu abrazo

 ¿Qué es el tiempo entre tus brazos? 
¿Dilatación del espacio?
¿Silencio de los mil pasos? 
¿Perennidad del “despacio”?

Envueltos por el vacío,
habitantes de la nada,
sin sudores y sin frío,
inquietud de la mirada…

Augurio del simple beso,
trozo de la expectativa,
indescriptible suceso,
unión de abajo y arriba…

Millar de aves en el pecho,
dueto agreste de la luna,
gato cantor en el techo,
válvulas vueltas laguna…

Dime, ¿qué es eso del tiempo
en tus brazos? ¿Es aliento? 
¿Es infinitud del cuerpo? 
Es lo que es. Es un momento.

Glauco

jueves, 3 de octubre de 2024

El terciopelo de octubre

 
El terciopelo de octubre
hace vaho en las mejillas;
da a las manos la costumbre
de amasar las maravillas
del viento vuelto calor.

Así florece la flor 
de hielo, del dulce beso,
del humo, del cundeamor.
El viento transita ileso
el otoño que lo cubre. 

Glauco

miércoles, 2 de octubre de 2024

La luz que me seduce

 
Quiero encontrar las llagas de tu boca
en el sabor complejo del futuro
que sabe y a saber más me provoca.

Imaginar tus besos es muy duro,
me sabe a desenfreno y a misterio,
me riega la poción del inseguro.

Padezco la oración del monasterio
cada vez que te siento entre mis labios;
eres la invitación al cementerio.

En el besar renacen los agravios
de la pasión que a todos nos consume
y viste de profundos a los sabios. 

Tu lengua se refresca en el perfume
de todos los amantes de la historia,
mas sólo en una boca se consume. 

Tú ilustras las nociones de la gloria
con un chopo labial, silente y breve,
eres mi beso sin escapatoria.

Por ti hay un solecito que se mueve
entre mis labios, con sus rayos labra 
los lirios de luminiscencia leve
que dejan en suspenso la palabra. 

Glauco

martes, 1 de octubre de 2024

La amalgama

 
¡Oh, corazón, de todos amalgama,
cómo es que traqueteas en cada ojo!
Cada ojo que te mira te derrama;
la lágrima es, al menos, un despojo. 

Llevas en ti la ira del judío
errante en la exegética escritura.
Navegas en el cauce de ese río
cambiante que en el cambio no perdura. 

¡Cual miles de cabellos das al viento
caricias olvidables y olvidadas!
Miles de vírgenes mordidas por el cruento
destino de pasiones olvidadas. 

Vuelo de un nacimiento retardado
en una casa enmohecida y muerta,
eres tú, corazón; tiempo bastardo
que te marchaste en la clepsidra abierta. 

La risa, la vergüenza, la inmundicia,
el nido y la deshonra de una dama,
la sed de la venganza, la caricia,
son lluvia que condensa la amalgama. 

Glauco