Presentación

Presentación

martes, 31 de diciembre de 2024

De niño

De niño, mientras veía
pasar a los Reyes Magos,
dejaba los días aciagos 
entre el cansancio y la vía.
De niño yo no sabía 
de placeres y dolores,
y entre cielos de colores
miraba, cual simples vagos,
pasar a los Reyes Magos
convertir los días en flores. 

Glauco

lunes, 30 de diciembre de 2024

La tierra que está y está

Estar es dar un poco
de manos, de latidos,
de oídos y de ojos,
de pasos y sonidos. 

Estar es ser marchito,
es ser intrascendente,
es ser el exquisito
recuerdo de lo ardiente. 

Es ver con cielo y luna
las ondas del cabello,
ahondar en la fortuna
de traer en mí tu sello. 

Es huella de mi paso
por toda tu ternura,
el Carpe Diem de Horacio 
vuelto vida futura. 

Estar es un hechizo
de espíritus lejanos,
que así, porque Dios quiso,
se acercan los humanos. 

Estar es siempre dar
los besos y el saber,
el momento de amar
y el gusto de creer. 

Glauco

domingo, 29 de diciembre de 2024

Los abrazos y el frío

En el tiempo de frío 
los abrazos son vida.
Une tu abrazo al mío 
y que encienda la pira. 

En invierno suspira
el aliento caliente
que al calor nos inspira
con sus besos inertes. 

Con el frío te conviertes 
en el tiempo divino
y los brazos son fuertes
cual caudal en el río. 

sábado, 28 de diciembre de 2024

Todo sea por caminar

El camino de los pies
siempre dibuja el consuelo;
avanzas por donde ves,
recodos, nubes, cabellos. 

Los caminos son más bellos 
cuando los ojos los andan,
los pasos se hacen destellos 
y los pies se desencantan. 

En la sesera nos cantan
los silencios. Caminamos
y los polvos se levantan 
como sueño del gusano. 

El camino es el hermano
del árbol, de la ventana,
de la puerta, del anciano,
del arrayán, de la llaga. 

La luz y la senda vaga
nos señalan el querer;
el hechizo de la maga
qué camina hacia el después. 

Glauco

viernes, 27 de diciembre de 2024

Canto de amor y carencia

Amo cada latido del geranio,
cada danza indulgente del durazno,
cada día de tus ojos mironeando,
cada indicio de Dios entre los datos. 

Amo el duelo que tienen las pestañas 
con el viento y la luz de las mañanas.
Amo el diurno clavel de las espadas,
destacando el fulgor de las ventanas. 

Amo el aire en los labios congelado,
amo el fuego soplado entre las manos,
amo el aro en el cielo solitario,
amo el yugo del niño abandonado. 

Amo el viejo combate. Amo la casa
donde crece el violeta de mi cara. 
Amo toda la vista que me llama
a ser uno con todo y que no calla

porque sabe que me hace falta algo,
un secreto, una nota, un simple halago,
un cachito de Dios, un beso dado,
un durazno, un latido y un geranio. 

Glauco

jueves, 26 de diciembre de 2024

Musiquita

Los dedos danzan al son
de un eterno pasodoble;
el ritmo del corazón
es lo que lo vuelve noble. 

La melodía se dibuja
con los dedos en el viento;
con hilo tenue y aguja
se hilvana el movimiento. 

Y en la mente melodías
mueven y marcan el paso;
son calladas las poesías 
que hacen del silencio el trazo. 

Glauco

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Volar bajito

Quisiera volar bajito,
muy pegadito al rocío,
donde reconozca el grito
de los desaparecidos. 

Volar bajito y muy cerca
de esos que nadie recuerda,
de ésos que entre la tormenta 
buscaron abrir la puerta. 

Donde el amor no se agita,
donde el rencor es la vida,
donde el lamento germina,
donde encontramos la vida. 

Siento un aliento divino,
ése que me hace estar vivo,
donde escapó del martirio
queriendo volar bajito. 

Glauco

martes, 24 de diciembre de 2024

Tarareando

Tantas tardes he sentido 
que te tengo y mientras siento 
no soy tanto ni tan alto 
como el tiempo. Este momento
me transporta con un salto
al más tímido latido. 

Tulipanes y ternura
tintinean en la infinita,
tímida y nocturna tez
de tu escultura bonita,
tu estilo y tu timidez,
tu fe, tu té y tu cintura. 

Tinta turbia en el tintero
destila la tentación 
de tenerte y atajarte
entre toda interacción.
Tantas tardes quiero amarte
y darte el planeta entero. 

Tantas tardes aleteo
en las trabas del intento
de cantarte y no toparme
con tener ese talento
tan solo puedo estamparme
mientras en ti tarareo.


Glauco

lunes, 23 de diciembre de 2024

Tararear

Cuando cantar no se puede
uno solo tararea,
quizás es porque algo duele
y no importa lo que sea. 

Un silbidito interrumpe 
el despertar de los versos
y en las melodías esculpe
novedosos universos. 

Suena desde lo lejano
la canción del firmamento;
el cielo está enamorado
y canta con sentimiento

que perdió algo de lo antiguo,
que ganó en la incertidumbre,
que los brazos de un amigo
deshicieron la costumbre 

de creer en la humanidad. 
La canción del sueño ajeno
retumba en lo natural,
en lo bello y en lo bueno. 

Canta la canción de cuna,
la de amor, la que aletea… 
Cuando el sentimiento pugna
la palabra tararea. 

Glauco

domingo, 22 de diciembre de 2024

Sin ver

Al ver la calle miro mil colores,
mil rostros, mil trabajos, mil labores.
Al ver la calle miro mil temores,
mil niños, mil mujeres, mil señores. 

Al ver la calle miro mil abrazos,
mil joyas, mil intrépidos, mil pasos. 
Al ver la calle miro mil pedazos,
mil manos, mil relojes, mil ocasos. 

Al ver la calle miro y cuando miro
no sé de sueños ni cavilaciones 
ni análisis ni glorias ni pasiones. 

No sé si lo que miro es un suspiro
de aquello que a la vista le resulta
inaccesible y del vivir se oculta. 

Glauco

sábado, 21 de diciembre de 2024

Las nubes

Las nubes que adornaban el paisaje
hoy cubren en mi vista las siluetas,
se han vuelto de la niebla apologetas
fraguando entre las fotos un ultraje. 

Las nubes hoy se vuelven el ropaje
de una visión inhóspita y secreta,
se andaban asomando por la grieta
que hoy bebe la ceguera del brebaje. 

Ciego de amor, de paz, de pensamiento,
de cerros, de viviendas, de alumbrado.
Ciegos mis verdes ojos han quedado

como reflejo de estos miramientos. 
A veces las miradas van y suben
y miran más profundo que las nubes. 

Glauco

viernes, 20 de diciembre de 2024

Distracciones sobre el movimiento

Todo va pasando y no sé si pasa
porque yo me muevo o porque estoy quieto,
pasan las personas frente de mi casa,
va pasando el río, de rocas, repleto. 

La luna que pasa, por el sol, oculta,
anda por mis ojos igual que un misterio.
La visión arcana, del astro, resulta
en mirar el cielo siendo un cementerio. 

Los árboles andan al son de mis pasos,
se van despidiendo de mis reflexiones.
No sé si el reflejo dibuje los trazos
de aquello que pienso en mis aflicciones. 

Se pasean mis ojos en una gotita
que cae y resbala hasta hacer del charco
un lirio bailando, una onda que grita,
una monja quieta trasladando al barco. 

Aquí vengo quieto y pasando el día,
y siendo testigo de este movimiento,
viene a mí y pasea algo de poesía
que informa y dibuja a mi pensamiento. 

Glauco

jueves, 19 de diciembre de 2024

Mis pequeñeces

¿En qué he ocupado el tiempo
que fluye por mis venas?
¡Envejeció mi cuerpo
cual sol en las arenas!
¡Envejecí y no tengo
más tiempo para penas!
¡Envejezco y no temo
a las horas serenas!

Algunos buenos libros
y algunos no tan buenos,
algunos vinos tintos,
incendios y serenos,
algunos pies divinos
y algunos pies terrenos,
algunos laberintos
y algunos desenfrenos. 

Hoy voy a los recuerdos
de vez en vez y a veces
me encuentro un par de cuervos
royendo en las sandeces,
otras veces encuentro
las bocas de los jueces
que rezan en el tiempo
por mí y mis pequeñeces. 

Glauco

miércoles, 18 de diciembre de 2024

Indestructibles

No sé por qué lo que veo
padecer la destrucción
me ofrece la sensación
de haber desaparecido,
quizá se haya convertido 
en el barco de Teseo.

Los incendios forestales,
huracanes y tormentas,
son destrucciones violentas
que no destruyen realmente
sólo envuelven al agente
de los cambios naturales. 

No nos mata la tristeza
ni menos la soledad.
Vivimos la realidad
igual que un leve suplicio,
ese es, en verdad, el vicio
de nuestra naturaleza. 

No hay ley, tratado ni norma
dictando la inexistencia,
no hay filosofía ni ciencia
negando esta afirmación:
es una clara visión
ver que todo se transforma. 

Glauco


martes, 17 de diciembre de 2024

En el invierno

En el sepia del invierno
se mueven hojas y manos,
se quedan los pensamientos
bajo el sol, sobre los llanos. 

Se siente abrasar el frío
de los pies a la cabeza,
besa ese viento divino
pero al aliento no besa.

Porque la luz se aliviana
cuando la respiración
se pasa unos días en cama
y fuera del corazón.

Es duro sentirse solo
en las tardes del invierno,
se siente como si todo
lo triste se hiciera eterno. 

Porque hay en la oscuridad
sensación de lo perenne,
es algo antinatural
que de cuando en cuando viene.

Hay en este tono sepia
un poco de sempiterno,
algo de esta nueva era
que se queda en el invierno.

Glauco

lunes, 16 de diciembre de 2024

Andar

Andar. Andar, andar. Andar y andar. 
Andar es ir sin rumbo a donde el césped
intima en su apariencia con el mar
y es un poco de cama para el huésped. 

Descanso de la vida y la pobreza…
Si el hambre… si el trabajo… si esfuerzo…
Si acaso alguien nos diera la destreza
de ser más que un soplido, más que el cierzo. 

La ropa, los zapatos, las canastas,
las llantas, los asientos, la guitarra,
las ventas, las ofertas, las subastas,
el vino, los cigarros, la chamarra…

La falta de tener y el tener poco,
tan poco que se siente casi nada,
tiene al planeta entero vuelto loco,
al borde de caer por la cañada. 

Comemos, si podemos, y bebemos,
si acaso se nos da, todo es recibo. 
Andamos por la vida y no sabemos
el mínimo sentido de lo vivo. 

¡Sin algo que nos dé! ¡Sin recibir!
¡Sin fuerza para recibir lo dado!
Humilde es el saber cómo vivir
sin creer que por tener hemos triunfado. 

Glauco

domingo, 15 de diciembre de 2024

Debemos tener opción

La pobreza no es opción,
es como si la riqueza
animara el corazón.
Nunca es opción la pobreza. 

Y yo no hablo de abundancia,
sino de acumulación. 
No es igual mucha distancia
que tener más de un sillón. 

El dinero es abstracción
del valor de nuestro hacer,
sólo hay hacer en función
de que otros lo puedan ver. 

Y si no vales dinero
seguro eres un bufón,
sólo un pobre limosnero,
un hombre sin opinión. 

Es cierto, vale la acción,
es cierto que hay que vivir.
La vida no es ocasión
para no querer morir. 

Nada nos puede pagar
el valor de una canción,
si esa canción va a sonar
en nuestro caparazón. 
Nada puede profanar
el bien de tener opción,
de ser pobres y encontrar
la dicha en el corazón.

Glauco

sábado, 14 de diciembre de 2024

La mirada nuestra

Te llevo en la mirada, te llevo en el mirarme.
No entiendo en cuáles ojos está la maravilla. 
Quizá la maravilla se encuentra en el desarme
eterno de las luces que adornan la vainilla. 

Ahí en el breve espacio vacío entre las miradas
se trenzan luz y sombra en una imagen fina.
Las luces y las sombras se encuentran abrazadas
mientras que la mirada a sí misma camina. 

Me miras y ahí me llevas, te miro y ahí te llevo. 
Está la maravilla inmersa en este mundo. 
Toda la maravilla es siempre un mundo nuevo,
un ojo deslumbrado y un corazón fecundo. 

Glauco

viernes, 13 de diciembre de 2024

Alguna vez, amor

Alguna vez, amor, fuiste descanso,
como tormenta que se quedó quieta
entre la tierra y se volvió remanso.
Alguna vez, amor, fuiste poeta,
la paz en tu garganta se hizo sanso 
dejando entre los hombres una veta. 
Alguna vez, amor, fuiste ese beso
que dió a probar la libertad al preso. 

Alguna vez, amor, fuiste topacio
pintando nuestras luces de amarillo
y así se iluminó todo el espacio. 
Alguna vez, amor, fuiste tordillo,
pintaste negro y blanco aquel palacio 
que llevamos al hombro como hatillo. 
Alguna vez, amor, fuiste mil manos
abiertas a los versos casquivanos. 

Alguna vez, amor, fuiste aquelarre 
de antiguas emociones olvidadas,
muy dentro, allá en el rito del amarre. 
Alguna vez, amor, fuiste zancadas
atemporales, líneas del desgarre 
torturador que dejan las espadas. 
Ahora, amor, estás siendo, tú eres
clepsidra: paso de hombres y mujeres. 

Glauco

jueves, 12 de diciembre de 2024

Andando siempre al vuelo

Deseando que la ventana
en un manto se convierta,
también deseando que abierta
se encuentre cada mañana,
una pelusita emana
del común de la pelusa, 
a ser plural se reúsa 
y deambula con el viento,
anda esperando el momento
de, en sí misma, ser profusa. 

Llega a algún lugar remoto,
a una sierra de peluche,
da con un antiguo estuche
encima de un cuadro roto,
dibuja una flor de loto
cuando se logra apartar
de lo que llaman hogar
pero ella llama prisión.
A algunos el corazón
los conmina a caminar. 

Seamos o no pelusas
en un conjunto perdido,
andamos tras lo vivido
entre experiencias confusas.
Somos vivencias intrusas
entre la tierra y el cielo.
Queremos dejar el suelo,
somos un alma indomíta.
Somos una pelusita
que anda levantando el vuelo.

Glauco

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Padre e hija

Decirte que te quiero y luego, en un abrazo,
unir cada palabra con cada movimiento,
es lo que quiero a diario velando por mi paso,
y en vela este cariño se vuelva mandamiento,
Somos arena y agua al borde del ocaso,
al borde de la vida y al borde del momento. 

Estamos condenados al resoplar del viento.
Te irás, no iré contigo. Me iré, no irás conmigo. 
Ahora, mientras tanto, yo pienso que yo siento
que nada puede herirnos mientras esté contigo. 
Soy padre, tú eres hija, y somos el intento
de repasar el tiempo brindándonos abrigo. 

Glauco

martes, 10 de diciembre de 2024

Andanzas

Solemos viajar por todos lados:
las calles, los palacios, el amor;
solemos caminar equivocados
pensando que el cielo es el calor
porque algo tiene el sol que entre sus rayos
las nubes nos dibujan una flor. 

Andamos tras los precios de la vida
y lloramos porque todo es caro:
dormir, comer, llegar a la salida;
Dios padre me parece avaro. 
Es un encuentro entre tierra y saliva
que le impone su valor al barro. 

Viramos en los labios de la gente,
en calles y en recodos y en las venas.
Nos vemos como fuego incandescente
que convierte en cristales las arenas.
Andamos los senderos de la muerte
sin mirar a través de las almenas. 

Entre el coraje y la melancolía
todo se vuelve amor, todo se acaba. 
El mar no sabe lo que antes sabía:
adónde va y por dónde pasaba. 
Solemos transitar por alegría,
las calles, los palacios y la cava.

Glauco

lunes, 9 de diciembre de 2024

El jardín junto al mar

Las flores son la simple fantasía
que marca lo divino en el camino.
No hay mito, fábula ni analogía,
que abarque lo sencillo y lo divino.
Todo lo que se ve es alegoría
del invidente que se hizo adivino. 
No hay cuento que revele lo ignorado
ni ciencia que descubra lo contado. 

Se dice que la línea dividida
le da categoría al conocimiento,
que la caverna es la misma vida
y que un auriga es el entendimiento…
El cuento nunca cuenta la salida
adentra más a aquel que escucha el cuento. 
La alegoría no es para explicar,
es un jardín izado junto al mar. 

Glauco

domingo, 8 de diciembre de 2024

En todas partes

La rana es la maravilla
que surca el agua
y en los pirules la ardilla
en pelo estalla.
Las gotas en la sombrilla 
bailan y bailan…
Los mares de tus mejillas
callan y callan.

El viento de las ventanas
llora en el frío
y el talán de las campanas
calla el sonido. 
Los rezos de las hermanas
son un divino
milagro. Son las mañanas
tiempo vacío. 

El ruido del firmamento
Todo declama. 
El campo de entrenamiento 
es la batalla. 
Todo es un cariño hambriento
es una llaga… 
Tú ocupas mi pensamiento,
mi fe y mi cama. 

Glauco

sábado, 7 de diciembre de 2024

El abismo

Un viernes vi volar un gran abismo.
Volaba, iba y venía sobre las nubes,
hambriento de saber del bifrontismo. 

Abismo, yo que caigo y tú que subes,
ayúdame a subir y no morirme,
para pasear contigo y los querubes. 

Me muero porque no puedes decirme
ni una palabra más, porque me dejas
aquí sin nada ver y sin oírme. 

Sí sé que yo te vi, veo que te alejas,
dejándome solito, aquí, perdido,
sin llaves, sin ventanas y sin rejas. 

Hoy, un año después, veo que te has ido,
mas ya no te veo a ti, creo, ni a mí mismo.
Te miro y en mi mente estás dormido
volando entre las nubes, cual abismo. 

Glauco

viernes, 6 de diciembre de 2024

Amar amargamente

Amar al mar a mares y a martirios
es dar los dados, dividir destinos.
Marcharse es marca propia de marinos
del duelo del Danubio y sus delirios. 

Enmarañado el duelo, enmarañado
el viento que a babor mueve las velas,
enmarañado el mar en las propelas,
enmarañado aquel que se ha mareado. 

Todo es amar, hasta lo más amargo
del viento amarillento del aliento; 
todo es amar a más cada momento. 

Amargo es el amar, ése es su cargo,
por eso el marinero todo olvida
debajo del Danubio y de la vida. 

Glauco

jueves, 5 de diciembre de 2024

Me pasa que siempre voy

Me pasa que a veces voy 
y muchas otras me quedo,
¿de dónde soy, dónde estoy?,
¿cómo he aprendido este Credo? 

Creo que la hormiga padece
la historia de lo incontable. 
Creo que el negro palidece
ante la luz de lo amable. 

Creo que lloran las ventanas,
por la noche, a los dormidos.
Creo que doblan las campanas
por los pasados dormidos. 

Creo que los libros le lloran,
de la memoria, los prados
mientras sus dichos devoran 
a los hombres olvidado. 

Creo que los vasos de agua
le dan a los besos paz.
Creo que la paz es la fragua
de la vida pertinaz. 

Creo que las voraces fieras 
le dan un grito a la prosa.
Creo que cuando tú te mueras
no irás directo a una fosa. 

Creo que en verdad es pasar
lo propio, que no es quién soy
lo que importa, sino amar
y pasa que siempre voy. 

Glauco

miércoles, 4 de diciembre de 2024

La historia jamás contada

Perdido en los misterios de Aladino,
Sinbad, y Shahriar y Sherezada,
me encuentro como piedra en el camino
en una historia protagonizada
por otro que no es yo. Yo me conmino
a ver a quien no es blandir su espada. 

Con Argos, con Orfeo y con Berganza,
miro pasar de cerca a las hormigas
de las que no nos habla Sancho Panza,
ni Augusto ni Odiseo; miro las migas
de algún relato que sin alabanza
excluye hormigas, césped y boñigas. 

De todas las historias en el mundo
es más hermosa la que no es contada
que la que sí. El silencio es más profundo
y en él toda belleza se halla atada. 
El mundo es un lugar ciego y fecundo
tal como Shahriar y Sherezada. 

Glauco

martes, 3 de diciembre de 2024

Todo se va

Todas las cosas van y nunca vuelven.
Si acaso vuelven, sepa dios qué vuelva. 
Es el paso del tiempo entre la hierba
como aquello que va y ya no regresa. 

El sol al sol le dice adiós a diario. 
Las voces a las voces se silencian. 
El fin al terminar también comienza
como aquello que va y ya no regresa. 

Barullos se convierten en canciones.
Canciones se convierten en barullos. 
Son un grito a los grillos los murmullos.

Son un hondo sentir los corazones. 
Nunca vuelven las cosas, todas van,
son siendo, eran, fueron y serán. 

Glauco

lunes, 2 de diciembre de 2024

La eterna necesidad

Te necesito como la erosión
necesita al movimiento. 
Surges y andas y vas 
y me llevas
contigo. 

Todas las mañanas cuando miras
a mis ojos
como buscando algo más,
no sé lo que encuentras,
sé que compenetras 
y que no te vas,
que dejas en mi alma rojas piras. 

Se siente el sol calientito,
quizás en las manos,
quizás en los pies,
quizás en el pasado y el porvenir...
Quizás el calor eres tú,
calor vivo y eterno. 

No pasan los días desde que te amo,
pasan las hojas, las aguas y el vino,
pasan Adán y Eva,
pasa Odiseo y mira a Argos 
y no lo ignora, 
pasa la canción de la creación
y suena más fuerte...
Tú no eres del tiempo,
eres del corazón que late lento
en toda la creación. 
Eres amor. Te necesito.
Te necesito. 
Eres amor.
Eres mi amor. 

Glauco

domingo, 1 de diciembre de 2024

El daño estoico

¡Cuánto y cuán inmenso daño
le ha hecho la razón al paraíso! 
Al igual le volvió extraño
y a todo lo hecho lo deshizo. 

Gato , tigre, león, todos felinos,
todos juntos: algo más. 
Aquí se bifurcan los caminos,
no hay un “vienes”, sólo un “vas”. 

Todo acaba en el Amén.
Yace todo en nuestro corazón. 
Y la estrella de Belén 
muere si la encuentra la razón. 

Glauco

sábado, 30 de noviembre de 2024

Mis dedos

En mis dedos virutas seductoras
se agravan, pesadas, diminutas.
En el estro dormitan miles de horas
que transmigran en miles de disputas.
Varias guerras, infames, segadoras,
alivianan, del peso, a las virutas,
meciendólas entre uno y otro acento,
entre rimas perdidas en un centro…

En el centro se agobia la cortina
cubriendónos del sol que nos anuncia
que en pasiones la vida se termina
y a pasiones la vida no renuncia. 
Se dibuja una pasión muy fina
en el eco del antes que pronuncia
las pasiones contentas en los credos
que palpitan los estros de mis dedos. 

Glauco

viernes, 29 de noviembre de 2024

YHWH

Cuando dijo Dios “nombra y domina”
el sol dejó, sin más, de ser regente
y el cielo se volvió imagen marina
de todo lo incesante y prepotente. 
La lengua extrajo aullidos de la mina,
aullidos de insolencia incandescente. 
El nombre se domina con la voz. 
Entonces, ¿quién le puso Dios a dios?

Glauco

jueves, 28 de noviembre de 2024

En la oscuridad

Se han quedado callados los faroles
anoche que pasé por la avenida;
los renegridos faros fueron soles
que guiaron a mi alma renegrida. 
Ahogada entre cigarros y entre alcoholes
el alma, a veces, encuentra la vida.
Por más que los faroles se silencien
no hay penas que a la muerte nos sentencien. 

El sol se compadece de los muertos
y se hace, más que abraso, un gran farol.
Lo bello y verdadero están abiertos
para los que se beben en alcohol. 
No hay mares que no lleguen a los puertos
ni renegridos que no vean el sol. 
Mañana volveré a pisar la calle
sin importarme que la luz se calle. 

Glauco

miércoles, 27 de noviembre de 2024

La punción del dolor

El miedo ha acuchillado mi cariño.
A veces se retuerce en mis almohadas
y llora hasta abismar el desaliño 
del alma. Las carencias encontradas
en una historia que conté de niño
tienen a mis heridas avivadas. 
Llorar de miedo no es llorar de pena;
llorar de miedo, y él nos enajena. 

Y mi cariño es el cariño eterno
de toda humanidad (me lo ha heredado),
es un viento infinito del invierno
y un paso desigual, acompasado. 
La humanidad, herencia del infierno,
me mata y, aun así, he resucitado. 
Me duelen los amenes del cuchillo,
mas, en ese dolor, me maravillo. 

Glauco

martes, 26 de noviembre de 2024

El frío

 
Los incesantes respiros 
que cortan por las noches el ramaje,
y tocan pedigüeños las ventanas,
acaban con los suspiros
llenando de cuchillas el paisaje
y de invisible fuego las mañanas. 

Las inquietudes del humo
rebosan en los rostros de los viles 
y de los santos —¿dónde estará el mío?
El viento vuelve neblumo
al incapaz deseo de los abriles. 
El viento no es el viento sino el frío. 

Glauco

lunes, 25 de noviembre de 2024

Digo lo que a veces digo

Vivo en el vivero de los vivos.
Bebo de la inerte cantimplora.
Como de los campos del ahora. 
Rezo del placer de los olivos. 

Lloro del arado del sonido.
Visto de la trama de los mares. 
Grito del manual de los pesares. 
Caigo de la cama del prohibido. 

Digo, y nomás digo porque puedo,
cosas de todo orden, lo que sea,
no es que en todas esas cosas crea

pero en todas ellas hago el credo
que me digo cuando me levanto. 
Digo y cuando digo también canto. 

Glauco

domingo, 24 de noviembre de 2024

La rebelde

Los cachetes de mi niña
se llenan de chocolate.
Ella se bate y se bate,
se ensucia y se desaliña. 
Con la mugre se encariña
y aunque siempre la limpiamos,
le vale. La regañamos 
y nos dice “no, papá”. 
No le importa qué será
porque sabe que la amamos. 

Glauco

sábado, 23 de noviembre de 2024

Corazón minado

No tengo más que un corazón minado
de amor que es tan violento cuando estalla. 
No tengo más que un pecho que se calla
cuando el amor refulge de dorado. 

Todo; vileza y mal, todo consciencia,
todo; ganas de amar y voz total.
Un corazón que estalla es natural,
tan natural o más que la violencia. 

Me aqueja el corazón, me arranca el grito
de todo cuanto veo y que se me esconde.
Me mata el corazón cuando responde

que no puedo saber del infinito.
Todo lo que me mata me domina;
mi corazón un día será una mina. 

Glauco

viernes, 22 de noviembre de 2024

Canción de amor por la noche

 
Acá, cuando tú duermes, todo tiene sentido:
la paz y los cansancios, la cuita y la alegría. 
En la quietud del sueño al mundo hemos vencido,
aunque sea por un rato, por un mínimo día. 

Tú duermes y respiras como brisa en el trigo,
se escucha que acaricias el rostro de la paz.
Con todo y el cansancio, aquí estás tú conmigo…
Te miro a mi ladito y busco nada más: 

las pistas del origen, las huellas del futuro,
el canto marinero, el átono indomíto,
el mal de los candados, el cofre y el seguro.
Busco todo lo tuyo: lo antiguo y lo infinito. 

Virutas del misterio, del cero, del volado…
le dan a mis pestañas los muchos fotogramas 
de todo lo que hace un hombre enamorado.
Tú sabes que te amo y sé que tú me amas. 

Glauco

jueves, 21 de noviembre de 2024

Alejandrino

Un verso alejandrino es nada más un verso,
con todo y su hemistiquio, con todo y sus acentos.
A veces en un verso se encuentra el universo
y algunas otras veces tan sólo unos intentos. 

Glauco 

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Clepsidra de hojas

Volátiles las hojas que viven el otoño,
derraman en el viento colores oxidados.
Pintando en la memoria el brote y el retoño,
las hojas y los vientos son trazos recordados. 

Arenas mensajeras del seto y el pirul
delatan la teoría de la generación 
y de la corrupción, y allá en el cielo azul
el otoño se tiñe de ausencia y tradición. 

Las hojas quietecitas diluyen el camino
y viven salamandras entre los entramados
del camellón, del bosque. La bestia con su trino
entona el tiritar de los enamorados. 

Hay quienes se enamoran del crimen otoñal,
de asesinar las hojas en sólo un pisotón.
Hay quienes se enamoran del acto criminal
de ver pasar el tiempo vaciando el corazón. 

Glauco

martes, 19 de noviembre de 2024

Esperanzado

Nomás de nacer me muero
como las gotas del río. 
Nomás de sentir el fuego
me doy cuenta que hace frío. 

Supersticiosos los dedos
trazan, del Cristo, los males,
tras los labios van al cielo
(signo de los arrabales).

Merecen algo de tiempo
los dedos en el chasquido:
el momento del silencio
es anuncio del sonido. 

Las hojas se van cayendo,
se van cayendo y se van
con los chasquidos del viento 
que se callan y tan-tan. 

El árbol del hombre muerto
se deshace en el vivir,
se deshace en el siniestro 
campo yermo del decir.

Nomás de nacer me siento
vulnerable, mas me lanzo
al vivir del cementerio
donde al tiempo me esperanzo. 

Glauco

lunes, 18 de noviembre de 2024

Con audífonos

 
En peseros y camiones,
el metro y particulares,
hay miles de auriculares
enalteciendo canciones.
Las cabronas y cabrones
ya ni saben lo que ocurre
en el mundo, les escurre
la maldita indiferencia. 
La gente oye la inconsciencia
mientras el mundo transcurre. 

Escuchan a Juan Gabriel,
a Peso Pluma, Caifanes,
Katy Perry, Los Rabanes,
Pedro Infante y Luis Miguel,
Nodal y Natanael;
escuchan unos cumbiones,
guitarrazos de barbones, 
también escuchan corridos…
Todos tapan sus oídos
y también sus atenciones. 

Glauco

domingo, 17 de noviembre de 2024

El caballero

Un hombre que fingía ser caballero
al viento le llamaba El Rocinante.
Llevando una armadura de aguacero
peleaba con los sueños del infante. 
Solía sustituir ser Romancero
con eso que, se dice, es ser amante. 
El hombre sobre el tiempo va y regresa.
No puede contra el mal de su cabeza.

No hay quien no se confunda la pereza
con la tranquilidad del descansado
ni quien no se confunda la belleza
con aquello que siempre le ha gustado. 
No hay confusión que no se vuelva presa
de la turbia razón que la ha formado.
No te confundas, no eres el primero
que no sabe que es un caballero.

Glauco

sábado, 16 de noviembre de 2024

Vivo en muerte


Me voy volando al valle de la vida
y vuelvo dando vueltas al vacío.
Viajando a la vileza en un navío
no vale la verdad ni la mentira.

A sotavento la ciudad suspira
y enciérrase en un sótano sombrío. 
Se da la soledad en el rocío
y en ser quien soy se cierne la salida. 

No sé cómo salir de este desierto
que muchos otros llaman compañía.
No sé y tampoco antes lo sabía

ni sé si volveré cuando esté muerto. 
Revivo y vivo inválido este viaje
y vuelvo a ser vencido en el bagaje. 

Glauco

viernes, 15 de noviembre de 2024

La religión del hombre muerto

 
No hay Dios más que el dichoso Don Dinero
que nos regale el cielo aquí en la tierra.
Al culto de ese Dios temo. Y me aterra
vivir su voluntad de bandolero. 

Al Dios del hombre mismo no lo quiero.
No quiero florecer en esa guerra. 
El alma a su abstracción vuela y se aferra;
no sabe nunca ser un soplo austero. 

No sé si es triste que esa fe me duela.
No sé si en esa fe la paz existe. 
Sé que esa ingenua fe me pone triste.

Sin laicidad se lleva a toda escuela.
Es en la fe y la vida un vil injerto.
Esta es la religión del hombre muerto. 

Glauco

jueves, 14 de noviembre de 2024

Hablámosle al recuerdo

 
De niños el recuerdo no es recuerdo,
de niños la ternura no es ternura.
En sí la vida es vida futura
que ablanda el alma de común acuerdo. 

En el reloj de arena pasa lerdo
el ojo correteando a la finura
del tiempo que en la arena se apresura
hasta volver volátil el recuerdo. 

¡Qué tierno es el sentir que todo queda
so pena del pasar inexorable!
Hablámosle al recuerdo aunque él no hable 

sin importar que amanecer no pueda,
le hablamos recordando que el cariño
alguna vez le da esperanza a un niño. 

Glauco

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Sin responder

 
Amor, si al preguntarte soy tirano,
permite que me vuelva, en la respuesta,
neonato, cuna, biberón y siesta,
el sueño eterno del error humano. 

Amor, te juro, no pregunto en vano
por ti. Los labios llevan la protesta
que todos quieren y nadie contesta,
porque queremos sin brindar la mano. 

No quiero reprocharte mis cuestiones
ni conminarte a que por bien contestes.
Quiero que entre mis brazos te recuestes.

Te pido, por piedad, que me perdones 
si acaso mi pregunta te desquicia. 
Andar tras la verdad nos acaricia. 

Glauco

martes, 12 de noviembre de 2024

Sin saber nunca nada

 
Irremediablemente hay una respuesta 
que busco
igual que la ciencia al mito. 
Ella vive en las preguntas,
va de una en una
provocando la tristeza,
la rabia, el deseo
y el mundo. 

La respuesta no llega jamás
pero sí el desdén 
de quienes no quieren
responder. 
No saben ni sabrán ni les importa,
¿y qué más da? 
La vida es corta
y vale más ver llover
que la respuesta y su paz. 

Encerrado entre el anhelo y la pregunta,
eternamente
sellado en el temor a la insurrecta nada,
vago por el mundo 
a la espera de un amigo,
un hermano, una palabra,
un amor,
que no huya con mi hambre. 
No sé si busco la respuesta
o busco quién me acompañe
a no saber nunca nada. 

Glauco

lunes, 11 de noviembre de 2024

El misterio de la mirada

 
¿En dónde está la mirada
cuando delante de ella 
se puede esconder la nada
entre la imagen más bella?

¿Qué veo cuando no te miro
si puedo mirar al cielo
sin mirar irse al suspiro
entre las grietas del suelo? 

La mirada no es destino,
es más bien el remitente
de la ternura del trino 
y del lamento estridente

que nace del corazón,
del más infinito adentro;
es la mínima canción 
de la paz y el desencuentro. 

¿Acaso los ciegos miran
sin ver y sin observar? 
¿Hay personas que suspiran
sin soplar ni respirar? 

La mirada me ha contado
que se ha visto en el espejo
y en el espejo ha encontrado
algo más que su reflejo. 

Glauco

domingo, 10 de noviembre de 2024

Silencio y tinta

 
En silencios y sonidos
vibran la vela y el viento
(vela-suspiro, aire-grito),
haciendo del movimiento
un grito vuelto suspiro
y un suspiro hecho momento. 

En rimas y metonimias
anda la tinta danzando,
se multiplican las rimas
cual burbujas estallando
(burbujas de negras tintas
las palabras alumbrando). 

Las caricias del austero
conocimiento abnegado 
dan paz al gitano pecho.
En el silencio ha estallado 
la tinta del viejo tiempo
y el sonido ha comenzado. 

Glauco


sábado, 9 de noviembre de 2024

Sin tu nombre

 
¡Ay, el cielo pinta negro
a punto de amanecer!
¡El sol empieza a crecer
y con él me desintegro!
¡Ay, despiertas y me alegro
de que naciste ese día!,
y aunque yo no lo sabía
existías en este mundo. 
¡Has vuelto un campo fecundo
el cofre de mi alegría!

No quiero flores ni azahares
ni ventanas ni cuchillos,
ni canarios amarillos
ni veladoras ni mares,
ni mercados ni solares.
No hay un mundo que me asombre
sin las letras de tu nombre,
sin el placer del pecado.
Cada vez que has despertado
me has hecho ser mejor hombre. 

Glauco

viernes, 8 de noviembre de 2024

El temor a la muerte

 
Si no le temo a la muerte,
¿a qué le habré de temer?
¿Temeré a no ver llover
o a mirar llover muy fuerte?
¿Le temo a la mala suerte
o a la mano del destino?
¿Le temo a que un adivino
me diga con fecha y hora
cuando dejaré el ahora?
Temo perder el camino. 

No hay nada malo en la vida
que asuste a aquellos que viven.
Se asustan porque perciben
que no existe una salida
y si existe es homicida. 
En una mirada inerte
no ves lo que puede verte.
Te ve y te ve, ensimismado,
el mundo henchido y hastiado
por el temor a la muerte. 

Glauco

jueves, 7 de noviembre de 2024

Danza saturnal


El agua en una botella
baila con las vibraciones,
la luz, las dilataciones
en el brillo de una estrella
le hacen al ritmo una mella. 
Música en cuatro/cuarenta,
un universo que aumenta
en vibraciones constantes.
El líquido dicho antes
se ha convertido en absenta. 

Glauco

miércoles, 6 de noviembre de 2024

Ignorance is not bliss


He oído que la ignorancia
es ausencia que complace. 
En la ignorancia no nace
el hambre de la sustancia;
no existe peor arrogancia
ni peor error ni desliz
que pensar que el cielo gris
azul se habrá de volver. 
Fundamental es saber
que ignorar no es ser feliz. 

Glauco

martes, 5 de noviembre de 2024

La pesquisa eterna

 
Es importante saber
que no es lo mismo encontrar
al placer de ir a buscar;
que conocer es creer
y que saber es querer. 
La razón de la alegría
no está en alegrar el día
ni en poseer la razón. 
Quien encuentra el corazón
busca la filosofía. 

Glauco

lunes, 4 de noviembre de 2024

Edad y sol

 
Soledad que sueles ser
igual a un árbol caído 
que quién sabe si fue oído
a la hora de caer,
dime cómo puede ser
que se junten sol y edad 
en ti. ¿Qué perpetuidad
hay en toda tu existencia? 
Si a la par de tu experiencia
oscurece la orfandad. 

Glauco

domingo, 3 de noviembre de 2024

Los tragones

 
Una vez que el día de muertos
ha pasado a mejor vida
todos buscan enseguida
llenar sus picos abiertos
y hasta comen sin cubiertos;
dejan la revolución 
de lado y la tragazón
se hace parte de las leyes. 
Viene el Guadalupe- Reyes
y con él la perdición. 

Glauco

sábado, 2 de noviembre de 2024

Sin andar

 
La muerte camina lento,
dando la oportunidad 
de vivir la realidad
igual que si fuera un cuento. 
Nos espera en el momento
donde todo se termina,
y aunque ella siempre camina
nuestro camino detiene. 
Siempre que la muerte viene
el alma se difumina. 

Glauco

viernes, 1 de noviembre de 2024

Calaverita de nuestra primera cita


En el kiosco de Texcoco
esperaba una mujer,
al parecer se iba a ver
con un hombre un poco loco.

Antes que llegara el hombre,
una tilica osamenta
fue y le preguntó su nombre
a la mujer. No dio cuenta

de que ella no le hacía caso, 
estaba muy distraída
pensando paso por paso
las vueltas que da la vida. 

La calavera insistente
no cedió, quería saber
lo que pasaba en la mente
de aquella bella mujer. 

La mujer habló por fin
y le dijo que el fulano
le parecía un querubín
cuando le agarró la mano

y por eso le esperaba:
porque repetir quería
esa pasión que le daba
(cosquillita de alegría)

La muerte quiso llevarla
a su reino, pero en eso
llegó el tipo pa’ ahuyentarla
y a la mujer le dio un beso. 

Una vez la muerte ida
la mujer se retorció.
Con el tipo se quedó
alocándose la vida. 

Glauco


 


jueves, 31 de octubre de 2024

Elegía a la calavera

 
Te llevo en cada recuerdo,
en cada paso que doy.
Un poco de eso que soy
es por ti. Yo no me pierdo,
tengo fuerte el lado izquierdo. 
Te llevo en cada palabra, 
basta que la boca abra
para que eso sea evidente.
Recuerdo que ingratamente
te llevó Patas de cabra. 

En cervezas y canciones,
en charlas después de clases,
en cuidados eficaces, 
en pleitos y tragazones,
en gallos y perdigones.
Tengo el corazón incierto
(un surco marchito abierto)
desde que me abandonaste. 
Yo no sé cómo pasaste
de estar conmigo a estar muerto. 

Glauco

miércoles, 30 de octubre de 2024

Donde la muerte pasea

 
Se acaba la primavera 
con la vera del verano.
También se acaba el humano
en mano de la manera
en que termina la era
de todo lo acontecido.
Lo poco que hemos vivido
ansía vivir en lo eterno,
pero en el frío del invierno
todo se queda dormido. 

La luz se filtra en los ojos
por mucho que los cerremos,
aun cerrados sólo vemos
vibrar los párpados rojos.
No hay suficientes cerrojos
para quitarnos la idea
de que el todo, como sea, 
después de todo termina. 
Es una línea muy fina
donde la muerte pasea. 

Glauco

martes, 29 de octubre de 2024

¡Todos nos moriremos!

 
Se mueren los geranios y los lirios.
Se mueren las canciones y las fotos. 
Se mueren en los corazones rotos
miles de realidades y delirios. 

En márgenes de flores y de cirios
se posan los infieles, los devotos…
Entre tornados y entre maremotos
quedan las sobras de nuestros martirios. 

Se mueren todos. Todos se nos mueren. 
Todos nos moriremos algún día;
saberlo no es una sabiduría. 

Hay muchos que nos aman, que nos quieren.
Pero el amor para el amor no alcanza…
Sólo la muerte forma la esperanza. 

Glauco

lunes, 28 de octubre de 2024

¡No existe!

 
No existe más amor que el amor muerto
en las arenas blancas de los ojos,
que el amor que se esconde en los rastrojos
restantes al segar el campo abierto. 

No existe más amor que el que nos mata,
dejándonos al borde de la vida. 
No existe más amor que el de la herida
inerte que al pretérito nos ata. 

No existe más amor que el infinito. 
No existe más amor que el condenado. 
No existe más amor que el recordado. 

Ahí en el místico saber del mito
está el amor que arropa los instantes.
No hay más amor que el de los principiantes. 

Glauco

domingo, 27 de octubre de 2024

Corazón en todas partes

 
Corazón en la pared,
atado sin un consuelo,
entre la vida y la sed,
entre la arena y el hielo. 

Corazón en el asfalto,
entre anhelos y basura,
entre lo bajo y lo alto,
arraigado a la locura. 

Corazón en la pileta,
ahogado en bilis y miel,
entre senderos violeta,
entre el velo de la piel. 

Corazón en la ventana,
entre el fondo y el espejo,
entre el llanto y el reflejo,
repleto del alma humana. 

Corazón en las costillas
entre el silencio y el ruido,
entre dolo y maravillas,
oscila en el hombre herido. 

Glauco

sábado, 26 de octubre de 2024

Los accidentes

 
Es imposible que la tormenta 
moje los charcos que ha provocado. 
Pobre del agua, no se da cuenta
que nunca puede ver lo mojado. 

El viento sopla, nadie le sopla,
lo mueve todo, mas ¿quién lo mueve? 
Quizás la boca que habla una copla
y hace que el alma se vuelva leve. 

El movimiento lo mueve todo: 
paredes, pisos, palapas, pies;
camino recto vuelve al recodo
y el mundo entero es lo que es. 

Muchos colores, todos pasando
por el espectro de tenue luz
sobre los ojos de don Fernando
Botero, Scheggia, Renoir y Toulouse. 

Inaccesible la misma vida
para los pechos, para las mentes. 
La vida siempre se halla escondida
tras lo que llaman Los Accidentes. 

Glauco

viernes, 25 de octubre de 2024

Confesión I

 
Dios Padre, mira cómo te sigo,
cómo te encuentro, cómo te pierdo…
Dios, Hijo, tienes gusto de higo
que nunca pruebo, que nunca muerdo. 

Si tú supieras que estoy perdido,
que voy y vago sobre mi ceño,
sabrías que sufro, cuál perro herido,
sin esperanza, calor ni dueño. 

Sufro de risas, de vid y trigo,
sufro de ausencia, silencio y miedo,
desde que busco vivir contigo
en la infinita verdad del Credo. 

Paloma blanca/paloma negra,
no sé si tengo que suplicarte.
Toda mi vida se desintegra
en estas ansias vivas de amarte. 

Glauco

jueves, 24 de octubre de 2024

El padre de la técnica

 
Ante la sensación de la presencia
de Dios, Caín sintiose temeroso,
temor de que su hermano bondadoso
demostrara su falta de clemencia.

Sintió Caín palidecer su esencia
y Dios sintió a Caín siendo monstruoso.
Es duro, irrevocable y ominoso,
ver que Caín es padre de la ciencia. 

La ciencia y la promesa de ser dioses
van juntos en los ojos de la mente.
La ciencia se presume indiferente

ante los sueños y sus muchas voces. 
La ciencia beneficia a los que quieren
vivir más que el vecino, y así mueren. 

Glauco

miércoles, 23 de octubre de 2024

La gravedad

 
En el repiquetear de la avellana
que choca contra el árbol en lo alto
se siente aquella fuerza en el asfalto
llamándole hacia abajo en la mañana. 

La pluma se mantiene suspendida,
ingrávida, danzante y misionera,
parece cual si el viento presintiera
que si ella cae, él perdería la vida. 

Ajeno a la burbuja algo contiene
su forma, sus colores, su destino,
hace que todo caiga en el camino

y lo que arriba va, hacia abajo viene. 
No sé cómo hay quien cree que la verdad
no es una, si es como la gravedad. 

Glauco

martes, 22 de octubre de 2024

Lo que se necesita

 
Deja pasar los rayos la cortina
como hacen los oídos con las notas.
Saben los rayos que las almas rotas
captan la melodía que no termina. 

Una vara de luz delgada y fina
se vuelve miles de ojos en las gotas.
Allá en las cóncavas pompas remotas
se arrulla la necesidad dañina. 

La luz entre lo oscuro se escabulle,
porque lo oscuro en sí la necesita. 
No es el aislamiento al eremita

lo mismo que la nada al que destruye. 
Tenemos la necesidad del mundo,
no importa que se olvide en un segundo. 

Glauco

lunes, 21 de octubre de 2024

La vida pasa y se va

 
Un día ya no volvieron más los días 
en que, entintados, iban los “Te quiero”
en las manos cansadas del cartero,
y andaban en papel las alegrías. 

Ya pasaron los días en que dormías
para poder soñar. Se ha ido el bolero,
la noche de amistad, se ha ido el portero.
Se fue algo de lo mucho que veías. 

Las uvas con los años fueron vino
y tú, con esos años, hoy las bebes 
en tragos graves y otros tragos leves. 

Todo ha pasado, menos el destino,
pues el destino se hace del azar
que hace propicio el mundo y el pasar. 

Glauco

domingo, 20 de octubre de 2024

Las almas bajo tierra

 
Hay algo de tu esencia que se aferra
a no partir y no puede morirse,
ese algo no se ve y puede sentirse
como la oscuridad sobre la sierra. 

Debajo de los pies la nada aterra
a aquellos que en lo eterno van a unirse. 
Las lágrimas y el fuego han de fundirse
en los espíritus bajo la tierra. 

Es necesario aligerar los pasos,
las tumbas, los caminos, los gobiernos 
para que aquellos que se han vuelto eternos

se alcen de la tierra a nuestros brazos. 
No es justo, resignarnos no podemos,
sería como decirnos que no amemos. 

Glauco

sábado, 19 de octubre de 2024

Apenado

 
Trepado en el escenario
me da pena ser yo mismo,
la vergüenza es ese abismo
que me vuelve solitario.
Sin embargo, hospitalario,
me encuentro con la vergüenza 
y mi propio ser comienza
a sentirse más tranquilo.
Uno tiene el alma en vilo
siempre que, por pena, piensa. 

Glauco

viernes, 18 de octubre de 2024

La morada de los tiempos

 
Vale más que las estrellas
no se desprendan del cielo,
a veces las luces bellas
hacen que reluzca el celo 
de las múltiples doncellas
que intentan pulir el suelo. 

El color de la mentira
no ser debería mezclar 
con la verdad que respira 
pero no puede pintar. 
No todo lo que se mira
puede volverse a mirar. 

Algunos de los ayeres 
se convirtieron en hoy,
perdidos en los placeres 
van los ayeres, yo voy
clavando con alfileres
en el hoy lo que yo soy. 

Más vale que cuando vayas
por las sendas de lo dicho
sepas bien que algunas vallas
no obedecen al capricho 
del hombre y que las batallas
han hecho en los hombres nicho. 

Glauco

jueves, 17 de octubre de 2024

Perpetuo instante

 
Cuando el corazón se cansa
de ser lo que debe ser,
se disfraza de esperanza
y da lugar a la fe. 

Cuando ya no hay corazón
se posa la voluntad
arriba del esternón,
en pos de la libertad. 

Cuando el llanto ya no es tanto
los ojos buscan tristeza.
No hay una cosa que el llanto
no revista de belleza. 

Cuando se deshace el alma
por una antigua memoria,
se siente partir la calma
a una vida transitoria. 

Y cuando todo se agita,
el sueño se hace constante,
el corazón necesita
volver perpetuo el instante. 

Glauco

miércoles, 16 de octubre de 2024

A sotavento

 
Adelante de mi atrás,
enfrente del corazón, 
siento que sopla la paz
y también la perdición. 

Mi corazón se estremece. 
Mi espalda no se detiene.
El miedo a la guerra crece
a la par que la paz viene. 

El soplo se siente poco
cuando se va con el viento,
pero el humano está loco
y camina a sotavento. 

No me mueve la esperanza,
más bien me mueve el temor. 
Mientras el odio me alcanza
ando en busca del amor. 

Glauco

martes, 15 de octubre de 2024

En el sueño

 
Vivo en un sueño de arenas y dátiles,
árido sueño de nuevos sabores 
donde curiosamente crecen flores
destinadas a la nada y frágiles. 

Se posan en mis pasos mariposas 
grises, difuminadas y difusas,
llevándome de aquí a las tundras rusas
donde arenas y dátiles son rosas. 

Se duermen en las noches las estrellas
y se despiertan todos los pecados. 
Hay quien confunde los sueños con hados.

Hay quien distingue caminos de huellas. 
Acá donde vivo no hay ni un muerto 
que me persiga cuando me despierto. 

Glauco

lunes, 14 de octubre de 2024

Te vi y vi el beso

 
¿Cuándo descubriste el beso
que en tus ojos ya crecía?
¡Me mirabas! ¡Me mirabas!
¡Volviste la noche día!

¡No sé de dónde nacen los deseos
de un beso en una boca misteriosa!
¡No sé hacia dónde viajan los silencios
hasta tatuarse en esa boca hermosa!

¡Te vi querer besarme!
¡Te vi evitar que te viera!
¡Ah, cuántas veces nos vimos!
¡El beso quería que te quisiera!

¿De dónde venimos, quiénes somos,
adónde vamos? ¡Me iré contigo!
¡No habrá ninguna sombra que me aparte!
¡En tus besos encontré el abrigo!

Glauco

domingo, 13 de octubre de 2024

Lloro por amor

 
He llorado tanto sintiendo el amor,
no porque me duela, no por desistir, 
sólo porque hay algo que tiene el sabor
de lo que muy pocos nos quieren decir. 

Me ha nacido un breve pedazo de río
en la temblorosa boca que susurra, 
siento que comparte lo nuestro y lo mío
y en un solo fuego todo se tusturra. 

Lloro porque suele llorar la siniestra
vida del recuerdo volviéndose olvido. 
Lloro porque pasa esta vida nuestra, 
cuando algunas veces ni la hemos vivido. 

Lloro porque nunca me alcanza la fuerza
para acariciar los dedos de Dios
ni para acercarme a la mano tersa
que a mi corazón lo convierte en dos. 

Todas las pisadas con que me sostienen
mis pies me han dejado raíces a tierra,
mas mis pobres pasos nunca se detienen,
cual la jacaranda que al viento se aferra. 

El amor me calma, el amor me mueve,
me lleva a lo nuevo y a lo ya sabido,
es un grito fuerte en un llanto leve
que es todo en mi vida y todo lo ha sido. 

Glauco 

sábado, 12 de octubre de 2024

La hija del fin del mundo

 
No he conocido otro amor
más claro y más inmediato
que el flujo del corazón
entre tu mano y mi mano.

Tu mano incapaz y torpe
surca el espacio y las aves,
vuela en los genes del hombre
hasta el riachuelo en que naces.

Naces para sonreír,
pronuncias en las vocales
que por fin estás aquí
para enflorecer las calles. 

Es un pretexto la senda
para hacer trenzas de dedos.
Entre las manos se trenza
el cariño sin pretexto. 

Llama la sangre al cariño
y el cariño le contesta
si encuentra un mundo bonito
donde es Dios el que nos reza. 

Viniste en dulces y fresas,
en manzanas y duraznos, 
viniste en la pronta entrega
de los místicos abrazos. 

Vives en todas las partes
imaginarias y ciertas,
ordenas montes y mares, 
luces el arte y la ciencia.
Eres agudos y graves
tocando en la primavera.
Amo que seamos tus padres. 

Glauco 

viernes, 11 de octubre de 2024

Lo que te quiero decir

 
Siempre que pienso en ti me siento tan vulnerable, 
como si el llanto desbastara mis huesos y mi carne. 
Siento cómo tu corazón 
anda saltando 
en todo el mundo y me llama, 
me dice que lo busque, 
que lo encuentre, 
que lo siga, 
que lo abrace, 
que le dé una moradita en un pedazo de mí.
También siento una palabrería
infinita 
que no sé decir, 
no sabe cómo salir y ahuyentar la maldad alrededor… 
Tu amor mitiga los dolores de la historia, 
toda la incapacidad 
de creer en algo más. 
Le hablo al viento y lo envío a bailar cerquita de tu oído, 
sin estallar, 
sin volverse tornado, pero volviéndose 
voz que te susurre el sustantivo arcano que yo no puedo pronunciar,
pero 
que la naturaleza sabe ese misterio celestial. 
Te he querido desde que te vi, 
estabas envuelta en colores, 
ya sin un mundo filmado en gris, 
estabas ahí y llegaste a vivir aquí. 
¿Dónde es aquí? 
Aquí 
en la maravilla que se levanta en mi esternón 
y me quita la respiración 
y me saca un canto nuevo, 
un trino de dragón, 
una infancia milagrosa para la eternidad. 
Te he amado desde ahora 
y un ahora será siempre. 
Sólo espero que algún día pueda compartirte la razón de la creación 
que nos une 
y nos unió 
en los primeros padres, en los primeros genes, en los primeros eslabones, en las primeras letras… En el Aleph. 
Te amo.  

Glauco


jueves, 10 de octubre de 2024

La búsqueda

 
Si atrás de la ventana encuentra el brillo
al otro lado encontrará el reflejo.
Tal vez el mundo afuera se haga viejo
y usted con la vejez se haga un chiquillo. 

Si en dientes de león ve el amarillo
en las azaleas hallará el bermejo.
Tal vez sean los colores el espejo
que no se rompe con ningún martillo. 

Si encuentra la obsesión en chopos de agua,
encontrará también la vida y muerte. 
Tal vez un día esa fijación acierte 

y encuentre usted la hornilla de la fragua.
Mientras en encontrar su vida centre
no habrá en su búsqueda nada que encuentre. 

Glauco

miércoles, 9 de octubre de 2024

Palabras sigilosas

 
Hay un soplo escondido en el sigilo,
un gutural silencio en la garganta
y una lívida luz que se levanta
exponiendo el misterio del pistilo

que no dice, y no dice porque quiere
que el silencio conserve su secreto,
eso escrito en el lánguido esqueleto
del mensaje que vive, pero muere. 

Se pierde por los siglos de los siglos
la ilustre mensajera de los libros.
No hay hermenéutica, sólo hay instintos,

sólo hay un cementerio en que los signos
se hablan unos a otros y los trinos
del viento algo vienen a decirnos. 

Glauco

martes, 8 de octubre de 2024

Raíces al viento

 
Abajo, donde la tierra
se hace llamar el subsuelo,
en las raíces, se encierra
la vida entre terciopelo. 

Las raíces se alimentan
de todo lo que no vemos,
las raíces nos inventan
saberes que no sabemos. 

Las raíces son lazarillo
de la sustancia primera,
van y visten de amarillo
las flores en primavera. 

Abajo, en el corazón,
de la tierra, se aligera
el soplido del ciclón
y exhala la vida entera.

Entre virutas y esporas,
entre el halcón y la abeja,
pasan volando las horas,
la primavera se aleja. 

El árbol siempre se aferra
a ser parte del momento,
y pa’ salir de la tierra
echa raíces al viento. 

Glauco

lunes, 7 de octubre de 2024

No estamos igual de solos

 
Miro al gato y me imagino
que él, de igual forma, me mira,
que sabe que en el camino
siempre hay gente que suspira

por encontrar un motivo,
un baluarte, una verdad.
Creo que él vive y que yo vivo
en la misma soledad. 

Él anda por la baranda,
por la verja y por el techo,
su andar pasa y me demanda
el ajetreo de mi pecho. 

Algo de mí me abandona
por acompañar al gato.
Pasa el tiempo y no perdona
(jamás es eterno un rato). 

El tiempo no es indulgente
y el gato lo sabe bien.
El engaño de mi mente
es creer que lo sé también. 

Yo sé, con pena y sin dolo,
que soy un solo y mendigo,
pero el gato, aunque está solo,
no sabe lo que yo digo. 

Glauco

domingo, 6 de octubre de 2024

Sin saber

 
Sin fuego, sin riqueza, sin vida y sin azar,
las almas se contentan en perseguir a Dios,
es como si el silencio descubriera la voz 
que nos hace rezar

No hay duda de que el hombre está para pasar.
El hombre en esta tierra es un viento precoz.
Por muy precoz que sea a los noventa y dos
no sabe preguntar. 

No hay oro ni relojes que llenen las maletas
llevadas por el tiempo y por las posesiones,
tan sólo hay oraciones. 

Se cansan las mujeres, los hombres, las veletas,
las olas, los incendios, al no saber muy bien
qué responde el amén. 

Glauco

sábado, 5 de octubre de 2024

Lengua de suegra

 
Avanza y se difumina
entre matices de verde.
No se mueve ni camina,
mas en mis ojos se pierde. 

De lo profundo germina
y padece lo delgado,
al glauco mar me conmina,
me mantiene hipnotizado. 

En el surco de su arteria
me imagino a unos enanos. 
Hermosa la Sansevieria,
me toca sin tener manos,

me ve sin tener mirada,
me llama sin tener lengua…
Me contempla enamorada
y su amor por mí no mengua. 

De verdad todo se pierde.
No hay verde que no concuerde
conmigo. Que yo recuerde
me tiene hechizado el verde. 

Glauco

viernes, 4 de octubre de 2024

Lo eterno de tu abrazo

 ¿Qué es el tiempo entre tus brazos? 
¿Dilatación del espacio?
¿Silencio de los mil pasos? 
¿Perennidad del “despacio”?

Envueltos por el vacío,
habitantes de la nada,
sin sudores y sin frío,
inquietud de la mirada…

Augurio del simple beso,
trozo de la expectativa,
indescriptible suceso,
unión de abajo y arriba…

Millar de aves en el pecho,
dueto agreste de la luna,
gato cantor en el techo,
válvulas vueltas laguna…

Dime, ¿qué es eso del tiempo
en tus brazos? ¿Es aliento? 
¿Es infinitud del cuerpo? 
Es lo que es. Es un momento.

Glauco